#SOSArrecife #ArrecifeMereceMás

Los retos de Arrecife para tener más calidad de vida

Al valorar la calidad de vida en una ciudad se mira el empleo, la salud, la seguridad ciudadana, la vivienda, la contaminación, el medio ambiente y la educación.
Los retos de Arrecife para tener más calidad de vida

El podio de las mejores ciudades en España está integrado por urbes relativamente pequeñas, con clima suave y muchas horas de sol al año, que ofrecen oportunidades laborales y con precios asequibles para alquilar una vivienda, con una sanidad y educación accesibles, bien conectada y, a ser posible, con un rico patrimonio histórico y cultural. Este es el retrato tipo. Por eso, donde se vive mejor en España es en Ciudad Real, Cáceres, Ávila, Badajoz, Cuenca, Logroño… Estos son los modelos en los que debe fijarse Arrecife si aspira a convertirse en una ciudad con buena calidad de vida, en lugar dejarse embaucar por la cortina de humo denominada #SOSArrecife #ArrecifeMereceMás.
 
Entre los factores que más preocupan a los españoles a la hora de valorar la calidad de vida en una ciudad están, por este orden, el empleo, la salud, la seguridad ciudadana, la vivienda, la contaminación y el medio ambiente y, por último, la educación. Por eso, de momento, el lema #SOSArrecife #ArrecifeMereceMás no pasa de ser una operación política y empresarial de acoso y derribo al actual grupo de gobierno municipal motivada por el cierre de la avenida al tráfico privado, alentada por la desmedida y desestabilizadora ambición de la presidenta del PP y con el Plan General de Ordenación como telón de fondo. Ninguno de estos tres aspectos tiene que ver con la calidad de vida en Arrecife.
 
En las ciudades con mayor calidad de vida los coches han dejado de ser el principal medio de transporte
 
Las ciudades exitosas desde esta perspectiva no son meros espacios económicos basados en la idea vieja de consumir más y más, sino que aspiran a crear las condiciones para alcanzar mayor calidad de vida ciudadana. Y si hay que consumir, que también haya bienes públicos y no sólo productos privados. Para poder consumir bienes públicos se necesitan espacios colectivos, como plazas, parques e instalaciones deportivas, superando el anticuado modelo urbanístico que ha supeditado el diseño de la ciudad a la funcionalidad del coche. Para ello, el urbanismo ha de ser compacto y denso, descentralizado para que los servicios sean cercanos, frente al expansivo que atendió en exclusiva el deseo de los fabricantes y los usuarios de coches.
 
Por lo tanto, en las ciudades con mayor calidad de vida los coches han dejado de ser el principal medio de transporte, entre otras razones porque los desplazamientos largos no son obligados y responden a una escala más humana. Y, en todo caso, pueden hacerse a través de una buena red de transportes colectivos o en bicicleta.
 
La materia prima esencial es tener en cuenta las aspiraciones de sus protagonistas: los ciudadanos
 
Por lo tanto, las ciudades que aspiran a tener mayor calidad de vida ciudadana están irremediablemente condenadas a reducir el uso del vehículo privado, tanto para evitar problemas de congestión y de contaminación del aire cuanto para ganar espacio para las personas. Del mismo modo, estas urbes integran la naturaleza en su tejido, desde parques y zonas verdes cercanas hasta corredores verdes entre el centro y la periferia. Asimismo, en estas ciudades se fomenta el uso de energías autónomas y renovables.
 
Los expertos señalan que no basta con convertir las calles en paseos peatonales, crear parques y plazas públicas o mejorar la fisonomía de los barrios, y apuntan a que la materia prima esencial es tener en cuenta las aspiraciones de sus protagonistas: los ciudadanos. Por ello, las tradicionales asociaciones vecinales están llamadas a evolucionar mejorando la participación y el calado de sus propuestas a los gobiernos locales quienes, por otro lado, no pueden seguir dándole la espalda a los presupuestos participativos. Las buenas ciudades necesitan que sus vecinos se conviertan en ciudadanos, en verdaderos protagonistas políticos de su destino.

Las mejores ciudades del mundo

Cuando de establecen rankings de calidad de vida en las ciudades a escala mundial se valora que haya estabilidad política y económica, bajos niveles de delincuencia, libertad individual y colectiva, un entorno natural de calidad, buena consideración de aspectos médicos y de salud, aire limpio, buenos colegios públicos y privados, servicios públicos de calidad y buena red de transporte público, tráfico no congestionado, buena oferta cultural y de ocio (restaurantes, teatros, cines, deportes y ocio) y buen parque de viviendas de alquiler.
 
En la lista de las ciudades con mayor calidad de vida del mundo se encuentran Viena, Zúrich, Auckland, Múnich y Vancouver, entre otras.

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