Primarias, ¡buen provecho!

Primarias, ¡buen provecho!

El político español Álvaro Figueroa y Torres Mendieta, más conocido por su título de conde de Romanones (Madrid, 1863-1950) presidió el Senado y el Congreso de los Diputados, fue varias veces ministro y tres veces presidente del Consejo de Ministros durante el reinado de Alfonso XIII. Formó parte del Partido Liberal de Sagasta y Canalejas y no participó en la sublevación militar de 1936, aunque fue procurador de las primeras Cortes franquistas en calidad de director de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando. La Doctrina Romanones, a él atribuida, afirma lo siguiente: “A los amigos, el culo; a los enemigos, por el culo; y a los indiferentes, la legislación vigente”.

Los populares son rivales; incluso los podemistas son meros contrincantes. Los verdaderos enemigos son los compañeros y compañeras de partido, según se desprende de la dilatada cultura socialista de escasa y poco amistosa convivencia interna, plasmada en la campaña de las primarias y escenificada en el debate del pasado lunes. Con los rivales y los contrincantes se puede hablar y hasta pactar; a los enemigos, en cambio, hay que pasarlos a cuchillo, exterminarlos y borrarlos de las agrupaciones y de las cafeterías aledañas. La fraternidad en el PSOE es una leyenda. La capacidad para descuartizarse recíprocamente es infinita; el tic homicida es cruel y anida en lo más hondo de los ciento y pico años de historia. ¡Buen provecho!

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