Top Secret, 10 de julio de 2017

Nos llaman indignados varios propietarios de puestos del Mercadillo de Teguise. El próximo domingo les han dicho que se queden en casa. ¿Los motivos? Alucinarán... Tenemos, por un lado, que España es un Estado laico. Y, por otro, que el Mercadillo de La Villa de Teguise es un atractivo turístico para miles de visitantes cada semana. Pues tomen nota: este domingo no hay mercadillo. En su lugar, procesión de la Virgen del Carmen. Sí, como lo leen: la Virgen del Carmen se cepilla el Mercadillo, con todos sus turistas y con las decenas de personas que viven de él. Se ve que el ayuntamiento le ha dicho a los puesteros que les descontará la parte proporcional de la cuota que abonan al consistorio. Sin embargo la Seguridad Social no les descontará nada y las familias de los mercadilleros tampoco están por la labor de dejar de comer un día, en proporción a los ingresos que no recibirán este domingo. Porque hay procesión. Están que no salen de su asombro por la medida. Fulminada una actividad comercial de la que comen cientos de personas, aniquilado un atractivo turístico que arrastra carretadas de guiris hacia La Villa y que se dejan sus perras en el Mercadillo y los bares y tiendas de la antigua capital. Y las preguntas que se hacen son, entra otras, ¿No hay otra hora para la procesión? ¿Por qué no les reubican como cuando el Festival Enogastronómico?

 

Desde el ayuntamiento argumentan que el día del Carmen cae en domingo cada 15 años (cosa que, la verdad, no hemos ni mirado) y la actual corporación ha considerado importante hacer prevalecer la fiesta religiosa del pueblo a la actividad comercial y turística. La seguridad también ha pesado en la decisión y es que el Mercadillo lleva la suya y la procesión, al arrastrar consigo a numerosas personas (varias decenas, seguro), también arrastra consigo a miembros de la Policía Local. Y eso es mucho para el Cuerpo.  Una decisión, la del ayuntamiento, ciertamente controvertida y que reafirma el cariz conservador de los dirigentes municipales. Anticipamos que la semana vendrá calentita por la antigua Capital. Como muestra, un botón que ya este domingo aparecía en las redes sociales, firmado por una afectada directa por la eliminación fulminante del mercadillo: "Me parece terriblemente egoísta que dejen en plena temporada alta a cientos de familias sin poder trabajar todo por quedar bien en una foto". Sin embargo, uno de los concejales del Grupo de Gobierno contactados por este Top Secret, defiende que la reunión familiar del domingo con motivo de la Festividad ha de prevalecer sobre un evento (el Mercadillo) que ya tiene el resto de domingos del año y de los catorce años restantes. Que por una vez cada quince años tampoco hay que dramatizar. Y que por la tarde también es inviable porque es la procesión de La Graciosa.

 

En el ayuntamiento de Teguise tienen muy claro que se deben al residente, para el que trabajan y de cuyos votos se nutren. Y puestas en la balanza, de un lado, la suspensión del Mercadillo y, de otro, recuperar para los teguiseños una matinal del domingo, en el Día grande de sus Fiestas, no hay color. Y para muestra, nos soplan, la ovación que se llevó el alcalde, Oswaldo Betancort cuando ya en su intervención el día del pregón, adelantó esta medida. El vecino de La Villa de Teguise, la mayoría, al menos, están encantados con que el próximo domingo puedan ir a misa, o no, ir a la procesión, o no, pero, quizá lo más importante, salir a pasear y, como manda la tradición en Lanzarote, recibir a esos familiares desperdigados por distintos sitios en torno a la mesa familiar, con acceso libre de barullos mercadilleros. Encantados de que, al menos una vez cada quince años, el domingo sea enteramente suyo.