Top Secret, 4 de enero de 2019

¿Acierta el PP con Jacobo?

Jacobo Medina tuvo ayer un día de lo más ajetreado entre su presentación como candidato a la presidencia del Cabildo, la atención a los medios y las cosillas propias de estas fechas. Por cierto, ¿Acierta el PP con su candidatura? Siga leyendo...

 

¿Acierta el PP con Jacobo?

¿Acierta el PP con Jacobo?

Jacobo Medina tuvo ayer un día de lo más ajetreado entre su presentación como candidato a la presidencia del Cabildo, la atención a los medios y las cosillas propias de estas fechas. Por cierto, ¿acierta el PP con su candidatura? El Partido Popular insular, como todo colectivo que se precie, tiene grupo propio de whatsapp. Y estas últimas horas se ha llenado de emoticonos de aplausos y caritas con besitos. En realidad nada extraordinario. Ástrid Pérez debería preocuparse si en lugar de eso la gente hubiese empezado a abandonar el grupo al saberse el nombramiento de Medina. Pero no fue el caso. Cuentan que incluso algún que otro viejo militante que estaba en la cueva desde hace tiempo asomó el hocico para darle la enhorabuena. No consta que nadie haya arrugado la nariz. Mucho menos en su cara. Eso no quiere decir que no haya gente que desapruebe el nombramiento. Y hasta es bueno que haya críticos y críticas. Esto de la política, además, es muy cruel: de la admiración al rechazo se pasa en función de los votos que seas capaz de obtener en las elecciones.

Se enderezó

En un principio, Jacobo Medina atesora parte de aquello que, como sociedad, hemos venido reclamando en los últimos tiempos: formación, educación (que no siempre coincide una cosa con la otra), un pasado limpio y frescura política. Frescura de llevar poco tiempo, no de jeta. Incluso para aquellos a los que rechinan las políticas del PP (es cierto que ahora con la aparición de VOX parecen hasta asumibles) Medina tiene un discurso más moderado, más centradito, para entendernos. En varias ocasiones ha marcado diferencias de varios kilómetros y pueblos con políticas emanadas de la Nacional o con planteamientos ideológicos que no van demasiado con los valores que le han inculcado. Y, de hecho, en sus primeras declaraciones como candidato, ha abogado por la preservación de los valores medioambientales, las tradiciones y nuestra idiosincrasia “que es precisamente lo que nos hace únicos y nos diferencia del resto”. Además, claro está, de la apuesta por la única industria que tenemos, el turismo, y por infraestructuras y servicios de primer orden. Parece tener claro lo que muchos tenemos claro: la deuda histórica para con esta isla, que aporta muchísimo más de lo que recibe.

El camino

Tiempo habrá para comprobar lo que va del dicho al hecho. De lo que no cabe ninguna duda es que el Partido Popular en la isla ha podido salvar una situación que se le podía haber tornado kafkiana. Las encuestas internas salvaron la papeleta y, de paso, el bochorno que les pudo haber supuesto comparecer en una campaña electoral con algún que otro candidato de pasado político repleto de conductas sospechosas. No está el PP para desviarse demasiado de su discurso apagando fuegos ajenos. Todo el verbo que pueda atesorar lo necesita para convencer a un potencial electorado que ahora mira al frente y ve otros colores además del azul. Si ese tiempo lo tuviera que compartir justificando los comportamientos impresentables del pasado (y alguno del presente) de un aspirante bon vivant, mal asunto. Las piezas (que tampoco son muchas, dicho sea de paso) ya han encajado. Unas en el tablero, otras fuera de él. La Regional tiene ahora la última palabra, que no se espera que sea cosa distinta a lo que emane de Lanzarote. Este viernes, por cierto, está prevista la presentación de Asier Antona como candidato a la presidencia de Canarias.

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