Ibarra Betancort

La procedencia materna de Luis Ángel Ibarra Betancort no le tira un fisco. Haría le queda muy lejos, a lo que se ve, y Lanzarote todavía más. El hombre ha hecho su vida en Gran Canaria sin concesiones afectivas a la galería, obtuvo la plaza de funcionario de la Audiencia de Cuentas de Canarias, se apuntó al PSOE, fue consejero del Cabildo de Gran Canaria, salió elegido parlamentario regional en 2011 por el partido socialista grancanario y un año después, en 2012, se convirtió en el vigesimoquinto presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas, cargo en el que, desde entonces, reside políticamente.

Si Ibarra Betancort aspira a ser recordado como un buen presidente de la Autoridad Portuaria de Las Palmas [de Gran Canaria], debe defender, por encima de todo y de todos, los intereses portuarios de la ciudad de Las Palmas de Gran Canaria, sean estos políticos, económicos o empresariales. Sólo portuarios y sólo de la capital de Gran Canaria. Lo demás, no cuenta. Da igual si está apuntado a un partido rojo, azul o tricolor, o si nació aquí o allá. Y, como buen canarión, el hombre empezó a contraer méritos desde el principio, por lo que no debe causar extrañeza que haya arremetido contra una de las instalaciones portuarias adscritas al puerto de la Luz, contra Los Mármoles y alrededores.
 
JM Quintero

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