Top Secret, 10 de julio de 2018

Joyas audiovisuales

Joyas audiovisuales
Una empresa hermana de Biosfera TV heredó el archivo audiovisual de las televisiones locales de Lanzarote desde su nacimiento, allá por el año 1994. No de todo, porque las hay en activo y porque, en algún caso, se destruyeron los archivos. ¿Qué valor tiene ese material? Incalculable. Esa es la palabra. Desde que Lanzarote vio nacer su primera televisión local, Onda Televisión Canaria, hasta la actualidad, han pasado casi 25 años. Un cuarto de siglo. Un tiempo que empieza a ser considerable en el contexto histórico de un lugar y sus gentes. Aquella primera televisión marcó el camino a la que pronto sería la emisora de referencia en la isla: Tele Volcán. El empresario Manuel Hernández Spínola apostó seriamente por un proyecto que descansaba en un equipo de profesionales que todavía hoy ejercen en distintos medios de la isla y de fuera de ella. Posteriormente, Agustín Acosta lanzó también su canal. Igual que hicieron José María Martín Paredes, José Luis Betancort y Eduardo Spínola antes de que el Grupo Lancelot se aventurara a apostar por el negocio de la televisión. Los archivos de todas ellas, hablamos de marcas como LTV, Archipiélago TV, Canal 6, Localia o la propia Tele Volcán,  están siendo recuperados, digitalizados y documentados por Iniciativas Empresariales de Lanzarote, una empresa puesta en marcha por Salvador Hernández, gestor a su vez de Biosfera TV. De las miles y miles de horas de programas e imágenes de archivo, únicamente no se conserva lo de Archipiélago Televisión, destruido inexplicablemente en uno de esos cambios de titularidad empresarial que se dieron en su día
 
¿Qué interés tiene?
Igual que comentábamos en el primer párrafo que el valor de esos archivos es incalculable, su interés es igualmente difícil de cuantificar. En soportes de todo tipo, las miles de horas de televisión encierran programas informativos, deportivos, folclóricos, de entretenimiento, divulgativos, contados por los profesionales que por allí pasaron o por sus propios protagonistas. Una inmensa crónica del paso del tiempo por personas y lugares. Un cuarto de siglo de la historia de Lanzarote digna de ser tenida en cuenta por aquellos que tienen la obligación de preservar la huella del pasado: las instituciones. De ahí que cobre importancia la decisión del Consejo de Gobierno de Canarias de aprobar el inicio de la tramitación de la nueva Ley de Patrimonio Documental y del Sistema de Archivos de Canarias que sustituirá a la actual norma, aprobada en 1990, lo que hace imprescindible una revisión y adaptación a la nueva realidad. Lo que se ha aprobado es un informe sobre la oportunidad, objetivos y principios generales del Anteproyecto de Ley de Patrimonio Documental y del Sistema de Archivos de Canarias y que se continúe su tramitación.
 
Obligación institucional
La nueva norma tiene como principales objetivos el establecer un marco normativo actualizado que asegure la custodia, conservación, gestión, acceso, disfrute y difusión; unificar los procesos de gestión documental; y actualizar el Régimen jurídico del patrimonio documental de Canarias. Para ello, define un marco de responsabilidad compartida entre las administraciones públicas canarias, coordina la acción las distintas administraciones respetando sus competencias, además de implicar a las personas físicas y jurídicas, públicas y privadas, titulares de documentos integrantes del Patrimonio Documental y de los archivos que la custodian. En definitiva, parece querer sentar las bases para que no se pierda ni un segundo de la memoria del pasado, tarea en la que en la empresa hermana llevan ya mucho tiempo y medios invertidos y cuyo objetivo es que algún día puedan estar a disposición del gran público. Una ingente tarea en la que la participación de la administración pública es fundamental.

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