Análisis

La verdad sobre el declive comercial del centro de Arrecife

Dicen que las restricciones a la circulación de los coches estarían detrás del desplome comercial del centro de Arrecife. ¿Es esto cierto?

La verdad sobre el declive comercial del centro de Arrecife

El cierre de la avenida marítima al tráfico de vehículos sería el causante del declive del comercio tradicional del centro de Arrecife en los últimos tiempos, según algunas voces que se vienen escuchando últimamente. Pero, ¿qué hay de verdad en tal afirmación? Parece que muy poca, o ninguna, pero todo vale para justificar la amnesia de unos, el cambio de postura de otros y la demagogia de un buen puñado. Los oportunistas se clasifican aparte. Sin que sirva de justificación, esto sucede siempre que se confrontan posturas con demasiado ardor y se tiende a la exageración para hacer valer las posiciones propias y refutar las ajenas.

Empecemos por el principio: Arrecife, puerto. Las ciudades son hijas del comercio, y más si se trata de urbes portuarias, como es el caso. Por eso, Arrecife es una consecuencia de su desarrollo portuario. El centro de la ciudad constituye la principal zona comercial abierta de Lanzarote, el centro tradicional de compras de la isla. Hasta aquí, todos de acuerdo. 
 
“El comercio es el sector que mayor valor añadido aporta y genera dos de cada diez empleos”
 
Asimismo, conviene leer. Para acercarse a la realidad, nada mejor que echarle un vistazo al propio Plan Director Arrecife ‘El Puerto’: adaptación al programa sectorial para la potenciación de Zonas Comerciales Abiertas de Canarias 2010-2013, realizado por la arquitecta del Cabildo, Juana M. Guadalupe, autora del proyecto de remodelación urbanística de la Avenida. Leer tiene el inconveniente -para algunos- de que te alejas de las ruidosas consignas y te formas tu propia opinión sobre el conflicto, sin intermediarios. Y aquí surgen las diferencias.
 
Nadie duda de la importancia del comercio minorista en las Islas. Tanto es así que es el sector que mayor valor añadido aporta, además de que es muy intensivo en fuerza de trabajo ya que genera dos de cada diez empleos. En el caso de Arrecife, dos notas a destacar del comercio son caos y desorden. “Con una estructura urbana desordenada e irregular, la saturación de tráfico, la contaminación acústica, la dificultad para la movilidad peatonal y la mala gestión del aparcamiento son los inconvenientes más importantes que nos encontramos para el uso de la Zona”, según el Plan Director Arrecife ‘El Puerto’.
 
“A partir de los noventa llega a la isla la revolución de las grandes superficies y pone en jaque al pequeño comercio tradicional”
 
Pero, ¿qué se entiende por centro? El centro comercial tradicional de Arrecife lo conforma la Calle Real y otras aledañas: Fajardo, Porlier, Manolo Millares y La Plazuela, sobre todo. En otras calles cercanas, como Canalejas o Hermanos Zerolo, se desarrolla la actividad comercial en menor medida, “consecuencia directa de la falta de continuidad en el itinerario peatonal”, según el Plan Director Arrecife ‘El Puerto’. La Avenida de La Marina y sus prolongaciones hacia el sur, o el entorno de la calle Coronel Bens, nunca han sido vías comerciales propiamente dichas, aunque siempre han albergado cierto nivel de actividad, aunque más bien bajo.
 
Los aspectos antes citados funcionaron hasta los años noventa del siglo pasado, prácticamente. El comercio en Lanzarote se caracterizaba por estar localizado en el centro neurálgico de la capital, sobresaliendo los establecimientos de pequeño formato y de estructura familiar especializados en una reducida gama de productos. A partir de los noventa llega a la isla la revolución de las grandes superficies y pone en jaque al pequeño comercio tradicional y, con algún retraso, en Lanzarote sucedió lo mismo que en otras zonas de Canarias y de España.
 
“Localización y accesibilidad son los nuevos dogmas, tratando de dar respuesta a unos consumidores cada vez más exigentes”
 
Las grandes superficies se localizaron en los márgenes de la ciudad buscando suelo barato y parcelas extensas, buenas conexiones por carretera y zonas de aparcamiento. Localización y accesibilidad son los nuevos dogmas, tratando de dar respuesta a unos consumidores cada vez más exigentes. Otros factores diferenciadores son el mayor tamaño de los establecimientos, una amplia oferta de productos a precios competitivos y un horario comercial más amplio. La consecuencia inmediata fue la pérdida de competitividad del pequeño comercio tradicional, el cierre de establecimientos y la paulatina desertización de amplias zonas del centro.
 
Esta tendencia se ha acentuado debido al desarrollo de cierto tejido comercial en cada barrio, que, afortunadamente, le dota de cierta autonomía. Y por si ello no fuera bastante, el desarrollo comercial de las propias zonas turísticas, amplio y variado, hace que los turistas no necesiten acercarse a comprar a Arrecife, comercios de hindúes incluidos.
 
Todas las posiciones son legítimas, pero debatir con rigor es imprescindible, así que anota: el siguiente palo al comercio ya llegó y viene de la mano de las compras por Internet. Bueno, bonito y, sobre todo, barato, así que los coches no deben culpa: aunque los dejes circular, no van a llevar más clientes al comercio tradicional del centro.

Zonas comerciales abiertas, la respuesta

La creación de las zonas comerciales abiertas es la respuesta ofrecida en Europa para paliar la fuerte competencia ocasionada por las grandes superficies instaladas en la periferia de las ciudades. Para revitalizar los lugares de compra tradicionales se pone el énfasis en aspectos culturales, ambientales, patrimoniales o de servicios. En estas zonas se aplican medidas de gestión conjuntas, como la renovación del espacio urbano mediante aceras más anchas, arbolado, mobiliario, domesticación del tráfico, peatonalización, etc. Y, luego, se implementa una estrategia integrada para diferenciar y potenciar las ventajas de este comercio frente a las grandes superficies.

Sin salir del propio municipio, el centro comercial tradicional de Arrecife compite con tres poderosos polos. Uno de ellos es el polígono industrial donde se encuentra Ikea, el segundo es la unidad de actuación presidida por Mercadona y Argana Centro, y el tercero es el centro comercial y de ocio vinculado al puerto deportivo de Naos, Marina Lanzarote. Los dos últimos competidores son muy recientes, por lo que algún cliente les habrá quitado al centro de Arrecife. Por su proximidad a la ciudad, también debe citarse la zona comercial de Playa Honda y el centro comercial Deiland.

Sin embargo, el Plan Director Arrecife ‘El Puerto’ no considera Marina Lanzarote como competidora del centro de Arrecife, “siempre que se trate de manera adecuada su incorporación al circuito de compras tradicional de la ciudad. Por lo tanto, es necesario prestar especial atención a la movilidad entre la Marina y el centro para que los efectos generados por la apertura de esta superficie comercial repercutan de manera positiva en la dinamización del centro”. Así es: indescifrable.

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