Top Secret, 11 de julio de 2018

Un curso cachondo

Un curso cachondo
El curso político insular que finalizará en mayo de 2019 (si es que no ha finalizado ya) nos está dejando pasajes bastante cachondos. Naturalmente, la madre de todas las zumbas fue el intento de moción de censura. Inigualable. Pero no fue la única. El PIL, por ejemplo, nos está dando bastantes alegrías a los amantes y fervientes creyentes de que la política, por estos lares, es de todo menos seria. El partido fundado por Dimas Martín está teniendo una despedida gloriosa, casi épica. Y hay que agradecérselo a la actual cúpula directiva. Al dúo que oficiará el entierro del partido, su historia, sus siglas y su tunera verde fucsia. Ramón Bermúdez y José Marcial González han vuelto a insistir estas últimas horas que los dos concejales de Arrecife, Tomás Fajardo y Eli Mesa, serán expulsados. Y estos, muertos de miedo, han contestado con un “vete tú” al presidente Bermúdez, a quien acusan de utilizar la presidencia del partido para fines personales. En un comunicado enviado este martes se puede leer que "la actual dirección del PIL, particularmente su presidente, ha usado al partido y a los cargos electos, para obtener por detrás prebendas personales (bien sea liberación de enseñanza, diferentes enchufes o tratos de favor). Traicionando así nuestra labor, la posición independiente del PIL, y la confianza que nos depositó nuestro fiel electorado" .
 
En brazos de CC
A Ramón Bermúdez se le achaca haberse entregado a Coalición Canaria (hasta hace poco, archienemigo político del PIL) a cambio de un enchufillo que le tiene apartado de las odiosas clases. Y de los chicos. Mucho mejor un despacho enmoquetado y con maderas nobles que la pizarra y la tiza, pese a que se diga, y se repita, que si hay que volver a las aulas, se vuelve. Como quien se resigna a ser sacrificado. Sus propios compañeros temen que el PIL acabe engullido por otra formación política y tienen claro que Bermúdez sólo pretende seguir siendo presidente del PIL “para llegar a un acuerdo de inclusión del mismo en cualquier otra sigla, a cambio de alguna otra prebenda personal para él y sus vicepresidentes, o simplemente seguir liberado en Educación”. Unos vicepresidentes que, en algún caso, tampoco gozan de la simpatía de los dos militantes concejales: “[Bermúdez] lleva escondido demasiados meses tras vicepresidentes inexpertos, faltos de talla política, que se han dejado utilizar por intereses particulares o por un minuto de gloria". Busquen un epitafio para el PIL, porque esto se acaba.
 
El mercado
Pero el divertimento no acaba en el PIL. Ciudadanos (Cs) ha llegado a la política, entre otras cosas, para introducir un cierto aire socarrón a la cosa pública. Su última ocurrencia ha sido sugerir que la casa de la calle Fajardo, que el Cabildo compró para crear el Museo Arqueológico, se destine a... ¡mercado de abastos! Como lo oyen: puerros y lentejas, apionabos y chícharos en lugar de vasijas, cántaros, ropajes y monedas antiguas. “La casa de Fajardo necesita una salida útil para los lanzaroteños, y eso no pasa por un museo arqueológico”, ha manifestado el consejero de Cs, quien ha pedido al Cabildo de Lanzarote que “estudie la posibilidad de instalar dicho mercado para poder recuperar de una vez por todas un lugar histórico y emblemático para los conejeros”. Benjamín Perdomo, el firmante de la iniciativa, sostiene que "es importante darle uso a una casa que ha sido una ruina económica para los lanzaroteños" y pone de ejemplo otros lugares donde edificios históricos se han reconvertido en plazas de mercado.

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