Alcantarillas abandonadas en la urbanización ‘Playa Famara’: trampas mortales para animales

Rescate de una oveja del interior de una alcantarilla en Famara
La Asociación Medio Ambiental, Cultural y de Reciclado Artístico, Papacría denuncia la existencia de más de un centenar de alcantarillas en el Parque Natural Protegido del Archipiélago Chinijo que suponen un peligro para numerosas especies.
Alcantarillas abandonadas en la urbanización ‘Playa Famara’: trampas mortales para animales

La antigua urbanización ‘Playa Famara, que quedó sin ejecutar en el parque natural protegido del Archipiélago Chinijo, esconde más de un centenar de alcantarillas que se encuentran al descubierto lo que representa una trampa mortal para todas aquellas especies que quedan atrapadas en su interior.
 
El presidente de la Asociación Medio Ambiental, Cultural y de  Reciclado Artístico, Papacría, José Goñi destaca que este  intento de explotación urbanística “ha dejado secuelas medio ambientales muy graves, entre ellas los varios kilómetros de adoquines para la delimitación de calles y parcelas, los cuales impiden el movimiento natural del jable, entre otras muchas cosas”.
 
Sin embargo, uno de los mayores peligros lo representa el alcantarillado que se quedó a medias en la urbvanización “dejando al descubierto estos huecos que sirven de trampa mortal para las numerosas especies que habitan el lugar y algunas de paso “, afirma Goñi.
 
Goñi recuerda que la Urbanización "Playa Famara" fue un proyecto urbanístico que se intentó ejecutar entre los años 1960 y 1991 en el ahora Parque Natural Protegido del Archipiélago Chinijo. “Gracias a la ley 12/1987 que se aprobó en 1987 este desastre no se llevó a cabo al declararse espacio natural protegido y con la aprobación definitiva del Plan Insular del 9 de abril de 1991 que lo reclasificó como suelo rústico”, indica el presidente de Papacría.
 
Según Papacría en esta urbanización han  georreferenciado un total de 117 alcantarillas. “No podemos decir con exactitud la cantidad de animales tanto vivos como muertos que nos hemos encontrado dentro de estos huecos, aunque hace  unos días, gracias a sus balidos de desesperación y con la suerte de  pasar ahí en ese momento, hemos podido rescatar del fondo de estas alcantarillas a una pobre oveja”, indica Goñi.

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