¡Qué barato le salimos al Gobierno!

¡Qué barato le salimos al Gobierno!

Lanzarote debe ser la isla que más barata le sale al Gobierno de Canarias. Un poco porque no nos dan, otro poco porque no pedimos y otro más porque cuando nos dan, nos conformamos con las migajas. También es verdad que no tenemos ni idea de lo que queremos y así no queda otra que conformarnos con lo que proponen desde despachos en Gran Canaria o Tenerife, que suele ser la tarifa básica de inversiones. Lo hemos vuelto a ver a raíz de la visita, este martes, del consejero de Obras Públicas del Gobierno de Canarias, Sebastián Chano Franquis. Vino a decirnos —otro más— que invertirá tanto en Lanzarote que nos pondrá en el sitio que nos merecemos. Pues a la cola, Chano, que hay unos cuantos que llevan media vida diciéndonos lo mismo. O igual ya lo han cumplido y no nos damos cuenta. Estamos en la más absoluta ruina en cuanto a infraestructuras varias con respecto a otras islas del Archipiélago. Si es eso lo que nos merecemos, enhorabuena, han logrado su propósito los que aspiraban a ponernos en el lugar correspondiente.

160 M€

Franquis considera que invirtiendo algo más de 160 millones de euros de aquí al 2023 ya estaremos en el sitio que nos merecemos. En realidad, es el sitio donde está Fuerteventura, que ha recibido más o menos lo mismo, pero para una sola obra. Y muy lejos, lejísimos, del resto de islas del Archipiélago que han sabido pedir y a las que les han dado sin mayor problema. Con todo, puede que tengamos lo que nos merecemos. Por flojos, vagos y conformistas. Ni luchamos, ni programamos con visión a largo plazo y, en última instancia, siempre encontramos una excusa para justificar al Gobierno de Canarias. Esta vez toca celebrar como gran cosa que entre los dineros prometidos por Franquis esté el tercer intento por arreglar una chapuza que venimos arrastrando desde el pasado siglo: el acceso a la autovía del aeropuerto a la altura del Cable que, como todo el mundo sabe, dejamos que nos la hicieran por el carril izquierdo, tragamos cuando el arreglo fue lo mismo pero con un carril más largo hasta la inmensa rotonda del Cabildo y veremos ahora, a la tercera, cual es la solución.

Básico

Del resto de propuestas planteadas en esa supuesta gran inversión, poca sorpresa y nada que ilusione, que haga ver que somos una isla que ha recuperado el ímpetu por diferenciarse del resto. Es, en todo, caso, el reflejo de una década oscura, de mucha bronca, pocas ideas y ningún proyecto. Mucho humo virtual, smart island y customer experience y poca chicha real, tangible, práctica y, fundamentalmente, singular. Llegó el momento de poner remedio a muchas carencias y no tenemos nada preparado que evite que se aplique aquí la tarifa básica de la obra pública. ¿Que hay que resolver problemas de tráfico? Carretera nueva como si nos sobrara territorio. ¿Que hay que resolver problemas de acceso a Hospital o zonas comerciales? Rotondillas y puentitos de todo a cien… y olvídense de soterrar vías y diseñar tramas urbanas amables, al hilo de lo que es tendencia en las principales ciudades del mundo. Ni tenemos proyectos, ni ganas de hacerlos cuando alguien tiene media idea que se salga de lo ordinario. Veremos si con el actual gobierno, solventado lo que parece urgente, nos ponemos ya de una vez a lo importante: saber qué carajo queremos hacer con la movilidad en la isla. Entre otras cosas.