2019, año electoral

Podrá ser muchas cosas, pero 2019 será sobre todo un año electoral. Unos rezan para que nada cambie en el ámbito del poder, mientras que otros lo esperan esperanzados orando para que se produzcan cambios en el Gobierno regional, como es el caso del presidente de Nueva Canarias (NC), Román Rodríguez. Nadie pone en duda que las convocatorias electorales que vienen serán determinantes para el futuro y el desarrollo del Archipiélago. El año que se va, 2018, trajo para las Islas un nuevo Régimen Económico y Fiscal (REF), un nuevo Estatuto de Autonomía y un sistema electoral más democrático y proporcional. Pero, como señala Román, en el lado negativo nos deja el continuismo de un modelo de desarrollo muy poco sostenible y la pervivencia de los datos insoportables en desempleo, pobreza y exclusión social, y así como baja calidad de la educación o la sanidad canarias.
 
Municipales, a cabildos, autonómicas, europeas y puede que generales. Este es el panorama que nos aguarda, un atracón de urnas y papeletas para que todo siga igual o para tomar rumbos nuevos. En Canarias está pendiente abandonar el vagón de cola de la calidad de vida y el nivel de renta en Europa, y eso pasa porque el acceso a la vivienda comience a ser un derecho que se cumple; las políticas para combatir la pobreza, una realidad; y la calidad de los servicios sanitarios, sociales y educativos se equiparen al de los territorios más avanzados, como ha expuesto el presidente de NC. Recuperar los servicios públicos, la justicia, la calidad democrática y el futuro son algunas de las muchas y viejas tareas pendientes. Las urnas decidirán si toca más de lo mismo o transitar nuevos caminos.

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