Aquel viaje a Miami

Se cumplen en estos días veinte años de aquel escandaloso viaje a Miami. La excursión tenía por finalidad que una representación de las fuerzas vivas de Arrecife visitara un centro comercial abierto situado en Boca Ratón (Palm Beach, Florida). ¿Y eso? Resulta que los propietarios del islote del Francés consideraban que sería positivo trasladar aquella fórmula urbanística a la emblemática y polémica pieza de suelo situada en pleno corazón del litoral de la ciudad. Las fuerzas vivas, alguna moribunda, fueron invitadas por la propiedad del islote y la inmensa mayoría acudió encantada al agasajo. ¡A Miami, gratis!
 
El promotor y copropietario Jaime Cortezo Massieu debió considerar que lo más granado del Arrecife de entonces debía ver un poco de mundo para favorecer la construcción de un centro comercial abierto en el Islote del Francés. Haciendo lobby. Son las reglas del juego, así que no hay por qué escandalizarse si un promotor pretende sacar la mayor tajada posible a su parcela utilizando todos los mecanismos a su alcance. Incluyendo un viaje a los Estados Unidos en primera clase con todos los gastos pagados, pero, por muy privada y particular que fuera la cosa, el convite no dejaba de tener su aquello. Y se armó.
 
La nutrida expedición estuvo formada por medio centenar de personas, quienes arrancaron vía Madrid y sin escatimar en gastos. Los excursionistas eran la alcaldesa de la ciudad, concejales del grupo de gobierno y de la oposición en el Ayuntamiento, representantes empresariales, empresarios de la Zona Centro de Arrecife, algún consejero del Cabildo, periodistas, funcionarios y técnicos municipales, representantes de colegios profesionales, presidentes de sociedades recreativas, y los típicos colgados en estos menesteres. Veinte años después todo sigue igual, pero el gustazo del viaje que se dieron no hay quien se los quite.

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