Top Secret, 9 de marzo de 2020

Arrimadas

Arrimadas

Ciudadanos ya tiene presidenta nacional: Inés Arrimadas. En la práctica, la continuidad. No se anuncian cambios en un modelo de gestión que ha despedazado al partido en Canarias. Y que en Lanzarote ya ni existe. Inés Arrimadas se ha impuesto a Francisco Igea en las primarias de los naranjas, celebradas este domingo en Madrid. El triunfo de la actual portavoz de Cs en el Congreso de los Diputados se ha reflejado en un 77% frente al 23%, redondeando. Si tenemos en cuenta que ni la ganadora tiene ganas de integrar, ni el perdedor de que lo integren, puede que haya quedado una herida difícil de cerrar. Habrá que ver su capacidad de sangrado. Y los apósitos que le aplican. En el envite se veían dos maneras opuestas de entender el partido: una línea continuista a lo que ha venido siendo el liderato de Albert Rivera, fundador de Ciudadanos, frente a la corriente crítica y renovadora de Igea. Tanto que rechaza los acuerdos que el partido ha alcanzado con el PP en País Vasco y Catalunya -y en Galicia no, porque Feijoo impuso sus reales- y que ve al PSOE como un aliado natural. La nueva líder, por el contrario, se siente más a gusto con PP -y puede que hasta con la ultraderecha- antes de entenderse con el partido liderado por Pedro Sánchez.

Organización

Postulados ideológicos al margen, pues ya sabemos que los principios de Ciudadanos son tan volubles como los de Groucho Marx, preocupa la manera que tiene Inés Arrimadas de cómo ha de organizarse el partido. Y que, básicamente, es la misma que impuso Albert Rivera desde el minuto cero: centralismo puro y duro. Los líderes territoriales serán nombrados desde Madrid. Más vertical, imposible. Y también serán cesados desde allí, naturalmente. Esta fórmula se ha manifestado notoriamente ineficaz en Canarias, en general, y en cada una de las islas, en particular. El resultado salta a la vista: se llegó a las puertas de las primarias nacionales con una gestora regional de cuatro a la que le dimitieron tres. O sea, uno en pie: David Rodríguez. De los últimos en llegar al partido, dicho sea de paso. Fue el hombre elegido para encabezar la lista al Cabildo de Lanzarote una vez que la cúpula de Ciudadanos -los de arriba- decidieron cepillarse a Benjamín Perdomo en una de tantas disparatadas decisiones que tomaron.

Solar

Tras aquello la organización en Lanzarote saltó por los aires. Algunos se fueron, a otros los frenaron antes de que terminaran yéndose, tres o cuatro intentaron enderezar el rumbo, pero el rotundo fracaso electoral en las municipales le devolvió a la realidad. Así que cada uno a su tarea y al partido, que le den. Y en el conjunto del Archipiélago, tres cuartos de lo mismo. Allí las luchas fueron, si cabe, más sonadas. Porque el reparto de la tarta también era mayor. Ciudadanos pudo estar en el Gobierno de Canarias y eligió lo contrario. Y decidió quedarse al margen en Cabildo de Tenerife y ayuntamiento de Santa Cruz y acabaron cogobernando. Y con su aspirante a lideresa autonómica, Vidina Espino, soltando sapos por la boca. Para nada. En definitiva, que puede que Inés Arrimadas reanime al grupo, pero como sigan ejercitándose del mismo modo, vertical y sin reconocer la autonomía en cada una de las islas, volverán a ponerse proa al marisco…si es que consiguen reflotar.

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