Carencias

Carencias

El alcalde de San Bartolomé, Alexis Tejera, está inmerso en la cruzada de lograr que Playa Honda tenga Centro de Salud. Parece razonable. Ese servicio es otra de las cosas pendientes que tiene el Gobierno de Canarias para con Lanzarote. Playa Honda es el núcleo más poblado de San Bartolomé. Supera los diez mil habitantes. Más de la mitad, de largo, del total de residentes en el municipio. Y sin embargo carece de Centro de Salud. Los dolores de tripita, allí, se curan en el ambulatorio. Y si te duele mucho tienes que ir al Centro de Salud de Titerroy, que es la referencia para Playa Honda. Y para unos cuantos sitios más, de paso. No es de extrañar, por tanto, que esté saturado. Claro que Argana Alta, con un número similar de habitantes que Playa Honda, también tiene pendiente la construcción de un Centro de Salud. En su caso ni consultorio tienen. En todo Arrecife hay dos instalaciones de estas características: Valterra y Titerroy. Entre ellos se reparten la totalidad de los habitantes de la capital más los arrimados involuntarios de otras zonas como Playa Honda. Ya ven, se nos ha ido pasando la vida sin que el Gobierno de Canarias actualizara el mapa sanitario a algo más coherente que lo actual.

Educación

Claro que en Educación estamos igual, como todo el mundo sabe. Líderes de Canarias en barracones y con centros pendientes de realizar. En algunos casos desde hace un par de décadas, como el colegio El Quintero, de San Bartolomé. Otra vez San Bartolomé. Pero es que en Costa Teguise falta un CEIP y las aulas de verdad del otro, en Arrecife se reclama otro IES y en la mayoría de los pueblos los institutos están hechos una pena y saturados. En vivienda la cosa tampoco mejora, con un déficit monumental de oferta pública. Mañana mismo una persona dependiente que se queda sin morada tiene que irse a vivir a Antigua, en Fuerteventura, porque es allí donde el Gobierno de Canarias ha conseguido una vivienda social. Sí, parece que en esto también nos gana Fuerteventura. En otro tipo de infraestructuras, ya saben: sin Palacio de Congresos, sin Recinto Ferial, con carreteras que rompen núcleos poblacionales en dos y a las que se les da una solución de tienda de chinos, accesos al hospital de un temerario que asusta -y a ver si no nos cuelan también una solución de tienda de chinos-… en fin

Lanzarote

Resulta que si nos paramos a pensar, el Gobierno de Canarias efectivamente nos debe mucho. Muchísimo. Porque en el último cuarto de siglo el Archipiélago ha crecido mucho en población y donde más, donde menos, ese crecimiento se ha ido paliando con la creación de servicios e infraestructuras capaces de dar una respuesta a las necesidades ciudadanas. Menos en Lanzarote, como es sabido y conocido. Y sufrido. Pese a que algún parlamentario cuyo partido ha estado gobernando este último cuarto de siglo, casualmente, no se entere y tupa a preguntas absurdas al actual gobierno. Con este panorama podríamos esperar que los nuevos dirigentes empezaran a saldar la deuda histórica. Sin embargo, la foto inicial de los presupuestos autonómicos para el próximo año no invita al optimismo. Habrá que esperar al debate de las enmiendas -como siempre, por otra parte- para ver cómo salimos en el retrato definitivo. Pero no nos engañemos: el olvido de lustros del gobierno canario para con Lanzarote no se resuelve ni en un año ni en una legislatura. Pero por algún sitio habrá que empezar. Y pronto.