Top Secret, 7 de mayo de 2018

Carrera sin títulos

Carrera sin títulos
Pues sí. Raquel Ejerique, la mujer que destapó el Caso Cifuentes y puso en evidencia a la Universidad Rey Juan Carlos, dio en la diana: el mérito de muchos cargos públicos ha sido entrar en un partido político y esperar su oportunidad. Una apuesta que se sigue dando hoy día. No hablamos de tiempos demasiado lejanos. El todavía Diputado del Común, muy a su pesar, Jerónimo Saavedra, a quien poca gente discute su formación profesional y su altura intelectual, sostiene que un joven aspirante a político antes tiene que ser algo en la vida. Haber trabajado y tener un oficio al que regresar terminada su misión en la política. Pero esto no siempre es así, ni mucho menos. En tiempos donde el ejercicio de la política se ha profesionalizado hasta extremos nunca sospechados, la aspiración de muchos jóvenes es ser cargo público incluso antes de haber sido nada. A lo sumo asesor de algún compañero de partido con el que compartió colegio, instituto o vecindario. Como apunta Ejerique, entrar en un partido político y esperar su oportunidad. Una opción menos costosa, tanto desde el punto de vista económico como, sobretodo, en horas de estudio, que tener que pasar por la Universidad a sacarse un grado y un máster.
 
Despachos llenos
Les invitamos a que sean ustedes mismos quienes hagan el ejercicio de comprobar como, en los salones de plenos de las corporaciones, hay mucha, demasiada, ausencia de preparación académica. Tanto en los despachos de los gobiernos cuanto en los de la oposición. Hombres y mujeres, jóvenes en su mayoría, que no han pisado un aula universitaria porque rápidamente se han dado cuenta de dónde está el verdadero “business”. Se afilian a un partido político, se agazapan en un rincón, observan atentamente y esperan a que llegue su momento, que llegará. Bien sea por pegar carteles, bien por llenar sobres o por pasar horas y horas en la sede hasta que reparen en su presencia. A partir de ahí un puestito de los de salida en las listas electorales ¡y a vivir! Es obvio que el protagonista, al que le ocurre eso, no repara en pensar más allá de cómo renovar el contrato cuatrienal. Y a ello dedica sus esfuerzos día tras día. Somos el resto de la sociedad, los administrados, quienes sufrimos su falta de preparación académica, el nulo nivel intelectual y la ausencia de experiencia vital que nos mejore la calidad de vida a todos. Con lo suyo ya tiene.
 
Presupuestos del Estado
Es lo que tiene andar por la vida política haciendo mucho ruido, que cuando cuentas algo de (supuesto) interés apenas se te escucha. Ha ocurrido con los presupuestos del Estado para Lanzarote. El Senador por la isla, Joel Delgado, los presentó en rueda de prensa. Pero la inmensa bronca generada alrededor de su persona y multiplicada por mucho por él mismo, ha hecho que pasara casi desapercibida. Bueno, pues digamos que, entre otras partidas, Madrid tiene previsto inyectar 12,3 millones de euros para el aeropuerto y otro tanto para el Muelle de Los Mármoles (contradique sur y segundo muelle de cruceros). Es lo más destacado. Y bien está que el Gobierno del PP se moje en Lanzarote. En Guacimeta, por cierto, se repite día tras día la vergonzosa imagen de los vehículos aparcados en cualquier parte. La mil millonaria Aena continúa negándoles las migajas de un aparcamiento gratuito a sus trabajadores, propios o subcontratados. No le costaría demasiado pero su avaricia es tal que prefiere que cada currante pague como 20 euros al mes por aparcar. No tiene con los beneficios que saca de uno de los aeropuertos más rentables de España.

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