Top Secret, 3 de junio de 2020

Centros

Los Centros

Visitar Lanzarote es una experiencia única que permanecerá siempre en tu memoria. La singular visión del artista César Manrique nos ofrece la posibilidad de disfrutar de estos espacios donde arte y naturaleza conviven en perfecta armonía. Esta es la definición que los Centros de Arte, Cultura y Turismo hacen de sí mismos en la página web institucional. Y aquí terminaría el debate sobre qué son Centros Turísticos y qué otra cosa distinta. En efecto, los Centros de Arte, Cultura y Turismo son espacios soñados y diseñados por el artista César Manrique para mayor gloria de la isla de Lanzarote y sus residentes, en varias generaciones. Y lo que queda, afortunadamente. Ni César, ni nadie de su familia o la Fundación que él creó y que lleva su nombre, han cobrado jamás ni por su ejecución ni por su explotación. Son del pueblo de Lanzarote, representado a través del Cabildo y gestionados mediante una empresa pública creada al efecto. Una empresa a la que también llamamos Centros Turísticos, aunque su nombre sea Entidad Pública Empresarial Local Centros de Arte, Cultura y Turismo de Lanzarote.

Lo demás

La prodigiosa imaginación y la hábil mano de César Manrique se dejó sentir sobre Los Jameos del Agua, la Cueva de Los Verdes, el Monumento al Campesino, Timanfaya, el Mirador de El Río, El Museo Internacional de Arte contemporáneo del Castillo de San José y el Jardín de Cactus. Y puede que hasta por ese orden. Esos, y sólo esos, son los espacios que forman parte de los Centros de Arte, Cultura y Turismo de Lanzarote. Y con esto sólo queremos decir esto. Por supuesto que en Lanzarote se admite arte que lleve la firma de otro autor (o autora, aunque no lo parezca por la gestión de la última década). Naturalmente que puede coexistir obra pública de artistas locales o de afuera. De hecho, coexiste. Ahora bien, no podemos llamar Centros de Arte, Cultura y Turismo a lo que no son Centros de Arte, Cultura y Turismo por mucho que un trámite administrativo los metiera adentro no ya como pieza artística sino como mero asiento contable.

Cultura

La actual dirección de los Centros de Arte, Cultura y Turismo va a corregir esa anomalía. La Casa de la calle Fajardo, la Casa Amarilla o Cabildo viejo y el museo hundido -sí, hundido pese al maravilloso plan de viabilidad que nos presentaron- de Marina Rubicón serán borrados, si no lo han sido ya, como Centros de Arte, Cultura y Turismo de Lanzarote. Pero no serán dinamitados. La casa de la calle Fajardo seguirá en pie, salvo que caiga por sí misma como otros edificios históricos han colapsado en Arrecife, la Casa Amarilla seguirá erguida al principio de la calle Real y la oceánica obra de Jason deCaires permanecerá en el fondo del mar, matarile, salvo que se la lleve para poner a otra isla en el mapa del mundo. Hará falta, primero, que encuentre otro gobierno que se lo pague. En fin, que todo esto, y más espacios y obras, las seguirá gestionando el Cabildo. Y seguramente con todo el cariño del mundo para que hablen bien de Lanzarote, como no puede ser de otra manera. Pero será a través de Cultura, con toda probabilidad. Estos diez últimos años se ha pretendido menguar la figura de Manrique. Y tampoco se trata de eso.

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