Cerrar la Avenida

Está a punto de acabar la Semana Europea de la Movilidad, que este año ha estado dedicada a caminar y pedalear de forma segura. Porque ir a pie y en bicicleta son las formas más sanas, ecológicas y económicas de desplazarse en las ciudades, pero a las que menos recursos se dedica. En Lanzarote se conmemora con acciones testimoniales, con voladores furruñentos del tipo hoy salimos a pasear en bici y nos hacemos una foto, en lugar de implementar medidas concretas. Como echarle agallas y volver a cerrar al tráfico la Avenida de Arrecife, por ejemplo, porque su reapertura no ha servido para nada, salvo para molestar a peatones y ciclistas.
La falta de voluntad institucional comienza a ser clamorosa
 
La mejora de una ciudad, en términos de salud, igualdad de género, reducción de impactos ambientales y calidad de vida, no pasa sólo por unas políticas sociales justas, sino también por políticas ambiciosas de movilidad sostenible, orientadas a reducir la dependencia del automóvil. Termina la Semana Europea de la Movilidad con una idea clara: las buenas intenciones son insuficientes porque está en juego la lucha efectiva contra el cambio climático en el transporte terrestre. 
 
La falta de voluntad institucional comienza a ser clamorosa, aunque, inasequible al desaliento, el Gobierno de Canarias convocará en octubre ayudas por valor de 4,3 millones de euros para la movilidad sostenible. Y hablando de todo un poco, me pregunto qué habrá sido del Plan de Movilidad Urbana Sostenible de Arrecife, que salió a información pública cuando comenzó el confinamiento, en primavera, y parece que anda desaparecido en combate…

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