Coches y ciudadanos

Sin no se apela al concepto de ciudad sostenible es imposible proponer soluciones igualmente sostenibles en el espacio urbano de Arrecife. Por eso mismo, porque el término biosfera ha quedado reducido a mera propaganda, no se da con la tecla adecuada para tratar de domesticar el tráfico en la ciudad, y cuando se da con ella se monta tremenda follisca. Y todo porque hay personas peleonas y exigentes que, como en mi caso, no nos conformamos con ser meros peatones y exigimos ser ciudadanos. Y eso pasa por reconquistar la ciudad.
 
En Barcelona hay una Agencia de Ecología Urbana, cosa que aquí no. Señala Salvador Rueda que las ciudades lo son porque tienen espacio público. Y es el espacio público lo que nos hace ciudadanos. “El problema es que hemos ocupado el espacio con unos artefactos ‘infernales’: hacen mucho ruido, producen una contaminación horrible y ocupan todo el espacio”, afirma Rueda. Y con los coches y sus conductores nos chocamos, ya que cuando van juntos, ambos –vehículo y chófer- creen que tienen preferencia sobre todo lo demás. De ahí que todas las ciudades civilizadas del mundo le estén poniendo coto al automóvil; de ahí que se estén ensayando nuevos modelos de movilidad orientados a liberar el espacio que hoy ocupa la motorización. Incluso en Arrecife, con no poca polémica.
 
Tanausú Lemes

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