Conflictos varios

La Comunidad Autónoma de Canarias, que por ventajas fiscales y poderío económico, según nos venden, debería lucir con gran esplendor, está llena de líos, problemas, carencias y conflictos. He aquí un par de ellos. Para empezar, este viernes es el primer día de huelga de los empleados públicos de la Administración General de la Comunidad Autónoma de Canarias. En el marco de esta huelga que pretende reivindicar los derechos perdidos de los empleados públicos, “y corregir la mala gestión que desarrolla el Gobierno de Canarias con su personal”, tendrá lugar la primera concentración coincidiendo con el paro. Será en Las Palmas de Gran Canaria. Los convocantes, Intersindical Canaria, anuncian que será “muy animada” (como si las concentraciones o manifestaciones reivindicativas tuvieran que serlo), y en ella los representantes sindicales harán declaraciones a los medios de comunicación y volverán a hacer públicas las reivindicaciones que han llevado a esta situación. Algunas de las demandas se plasman en la permanencia del personal interino e indefinido, la recuperación y el incremento de las plantillas asociado a las necesidades reales de recursos humanos en la administración, de manera que se pueda dar una respuesta adecuada a las necesidades sociales, y la recuperación del poder adquisitivo perdido en los últimos años, que para los empleados y empleadas públicos canarios es del 24% en la última década. Según calculan.

 

Pero no es el único grano que le ha salido al Gobierno de Clavijo. En las últimas horas, Comisiones Obreras, Intersindical Canaria, Cobas y Sepca, sindicatos que forman el Comité de Empresa de la Consejería de Empleo, Políticas Sociales y Vivienda del Gobierno de Canarias, han denunciado “la situación de abandono” en la que se encuentran los niños de 0 a 3 años de todas las escuelas infantiles dependientes de la Consejería de Educación del Ejecutivo autonómico. Parece que son unos linces con los videojuegos y no tanto con otros temas. Los representantes de los trabajadores señalan que tras múltiples reuniones donde les pusieron al día de las carencias, todo sigue igual. Así que han decidido hacerlo público. Suele pasar en política. Largas e interminables reuniones en las que el político de turno finge escuchar y, en cuanto salen por la puerta los pesados solicitantes, vuelta al candycrush de turno en la tablet. O a ver fotos en Instagram. 

 

En esta ocasión se reclamó y, como no les hicieron ni caso, lo que se denuncia es la falta de personal en las escuelas, desde las direcciones de los centros hasta las distintas categorías. No hay sustituciones en tiempo y forma. Denuncian también que “se vulneran los derechos laborales de los representantes de los trabajadores, haciéndoles responsables de la falta de atención a los menores sin prestar servicio a los que más lo necesitan enviándolos a sus domicilios cuando falta personal”. Ello conlleva un aumento de trabajo en las familias, fundamentalmente en las madres que, aún con todo, sigue siendo la que carga con la mayoría del peso en estos casos. Dicen los sindicatos que incluso se ha llegado a dar el caso de mujeres que han perdido su puesto de trabajo al serles imposible conciliar tras no poder dejar a su hijo en la escuela infantil. El mosqueo de los representantes sindicales es tal que llegan a pedir la dimisión de la consejera, Soledad Monzón, por dejadez en sus responsabilidades, y del propio presidente Clavijo “por permitir lo que está sucediendo con la clase más desfavorecida de la sociedad”.