Top Secret, 23 de enero de 2020

Conocer Lanzarote

Conocer Lanzarote

Una de las primeras cosas que debe hacer un cargo público del Gobierno de Canarias es conocer su tierra. Parece una perogrullada, pero no es tan fácil.  Ni mucho menos. Por conocer su tierra debemos entender el día a día de sus gentes. Y ponerse en el punto más complicado de su quehacer cotidiano. En el Ejecutivo regional sostienen la innecesaridad de poner guaguas hacia el instituto para alumnos de bachillerato por cuanto “ya existe el transporte público”.  Y así es. Puede que exista en las islas capitalinas en número y frecuencias suficientes para que cualquier estudiante acceda a su centro de enseñanza en el mínimo tiempo imprescindible. Esto es, con una guagua que le cuadre bien para dejarle a las ocho a las puertas del instituto y otra que pase un poco después de las dos de la tarde para devolverle a casa. Las Palmas de Gran Canaria, Santa Cruz de Tenerife, Telde, La Laguna…y ahí se acabó la Canarias que conocen, unos más y otros menos, en general, quienes han gobernado Canarias.

El resto

Podríamos añadir a la lista anterior las capitales de las islas. Incluido Arrecife, donde el transporte urbano es un absoluto caos. Así y todo, puede que los estudiantes que lo precisen tengan una guagua a mano. Sin embargo, en “los campos” eso no es así. Ni mucho menos. Ningún estudiante puede acudir al IES de referencia, o puede volver de él antes de la hora de la merienda. O son muy pocos los casos, vamos. En el resto, donde el transporte interurbano no llega, no costaría tanto que el Gobierno de Canarias ampliara los contratos de transporte escolar. Hay muchos modos de luchar contra el fracaso en las aulas, modalidad en la que Canarias es una potencia nacional. Y uno de ellos es no dificultar el acceso a los institutos. Para el que quiere abandonar los estudios cualquier excusa es buena. No tener garantizado el transporte o resultar un auténtico suplicio acudir al insti, seguro que está entre las favoritas.

Pasajes

En el acceso a la universidad ocurre algo similar. El nuevo gobierno ha decidido suprimir, al menos momentáneamente, los cuatro pasajes, ida y vuelta, a la península para aquellos estudiantes universitarios que cursen grados en cualquier ciudad. Para muchas familias esta medida constituía un importante respiro. No pocos hogares ahorran toda la vida para poder pagar los estudios universitarios a sus hijos. Así que cualquier ayuda es bienvenida. Desde luego el modo como estaba planteada puede que no fuera el ideal pues daba lo mismo la renta de los beneficiarios de esas ayudas. No es lo mismo la familia que se apaña con 15.000 euros al año que aquella que eso lo ingresa en un mes. Esperemos a ver qué medidas toma este gobierno para facilitar el acceso a cualquier residente a un centro de enseñanza en el que esté matriculado y los alivios que se ofrezcan a las familias con uno o varios de sus miembros en la universidad.

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