Crudeza, vergüenza y prueba

Crudeza

Reina trabaja en un hotel del sur. Cada día acude a la estación de guaguas a tomar el transporte público. En los primeros días de marzo empieza a sentirse mal. Tiene tos seca y fiebre. Aguanta hasta que no puede más. Va a urgencias ya en muy mal estado. Ha oído hablar del coronavirus y se teme lo peor. La tienen dos días aislada sometiéndola a diversas pruebas. Es ingresada en la UVI del Hospital General Dr. José Molina Orosa. No recuerda más hasta que vuelve a abrir los ojos. Han transcurrido 28 días. Es trasladada a planta y está una semana más. Dijo ayer en Biosfera Televisión que es lo más duro que jamás ha vivido. Y que tiene mucho miedo de lo que le pueda pasar a los suyos ahora que ya conoce la ferocidad de este coronavirus. Pero dijo también que se le puede vencer. Y ella es un claro ejemplo. Sonreía ante la pantalla mientras se palpaba, una y otra vez, el apósito que oculta la cicatriz quirúrgica de una traqueotomía: la vía que la mantuvo con vida.

Vergüenza

Una familia compuesta por padres de mediana edad, con hijos menores, pero en edad de comprender. Que tienen que pedir para comer. Hay que tragar mucha saliva y agarrarse a lo más fuerte para no derrumbarse. ¿Han fracasado como padres al llegar el momento en el que el ayuntamiento debe ayudarte para lo más básico? La respuesta es no. En primer lugar, seguro que en tu vida laboral has aportado para el bien común. En segundo lugar, la mala calidad del empleo tras la excusa de la Gran Recesión de 2008 ha invalidado la capacidad de ahorro de las familias. Se vive al día. Se sobrevive, al día. Cabeza bien alta. Coraje. No se pueden permitir el lujo de añadir otro problema más al que ya sufren. En Arrecife el ayuntamiento ha recibido 18.000 llamadas pidiendo algún tipo de auxilio. En Tías hay 280 familias a las que llevar alimentos y productos de higiene. Y así podríamos seguir. ¿Seguro que Lanzarote era una potencia económica dentro de otra potencia económica en un país potencia económica en el turismo mundial? Hay que revisar algo.

Prueba

Capacidad de respuesta de las instituciones públicas, de los servicios sociales, de la sanidad pública…Nivel de fortaleza mental de las familias, de los individuos para aguantar confinamientos, falta de ingresos, ausencia de recursos básicos…frenazo (casi) en seco de la educación a todos los niveles… Pulso a todos, como sociedad. Nada será igual a como lo hemos conocido. La Covid-19 nos está poniendo a prueba, pero a base de bien. Nos ha manteado como mantean los jugadores a su entrenador tras ganar alguna competición deportiva. Sólo que da la sensación de que, coincidiendo con el punto más alto al que nos mantean, los jugadores, retiran sus manos. En breve comenzaremos a ver si sólo son magulladuras o tenemos algo roto y sin remedio. Para que llegue ese momento, ya queda un día menos.