SECTOR PRIMARIO

Cuando lo de 'reactivar el sector primario' no deja de ser una frase hecha y muy manida

Todos los políticos que aspiran a ser elegidos en unos comicios, sin excepción, quieren, entre otras cosas, "reactivar el sector primario". La realidad, sin embargo, los desmiente: desde 2016 viene cayendo el total de la superficie cultivada en la isla. Y más de la mitad son viñedos.

Cuando lo de 'reactivar el sector primario' no deja de ser una frase hecha y muy manida

Todos los políticos que aspiran a ser elegidos en unos comicios, sin excepción, aspiran, entre otras cosas, a "reactivar el sector primario". La realidad, sin embargo, los desmiente: desde 2016 viene cayendo el total de la superficie cultivada en la isla. Y más de la mitad son viñedos.

El Cabildo de Lanzarote acaba de publicar el documento Lanzarote en cifras-2020 donde se recogen distintos indicadores socio económicos que trazan el perfil del Lanzarote actual. Y que, de paso, sirven de comparación con los registrados en los años inmediatamente anteriores. Según el estudio estadístico en la isla, en 2019, había 3.627 hectáreas de superficie cultivada. El 53% dedicada al cultivo de la vid.

El citado año, víspera del periodo marcado por el inicio de la pandemia, constituyó el cuarto consecutivo en la caída de enarenados aprovechados. En 2016, cuando se registró el pico más alto de la década, se sacaba fruto a 3.824 hectáreas (ha). De ahí se bajó a 3.715 ha (2017), 3.694 ha (2018) y la 3627 hectáreas del último año en que se tiene registro.

En todo caso muy lejos de las 4.736 hectáreas cultivadas del año 2004, récord de este siglo, y de las 4.857 hectáreas de 1991 que representan la mayor superficie desde que se registran las estadísticas en la isla.

Sin centros especializados habilitados

Lanzarote cuenta con dos grandes infraestructuras que bien podrían constituir sendos motores que contribuyeran a reactivar el sector primario: la Granja Agrícola experimental y el Complejo Agro-Tecnológico de Teguise. 

Sin embargo el primero de ellos ha acabado convirtiéndose, prácticamente, en una especie de almacén tramitador de venta a precio ventajoso de plantas y árboles mientras que del Complejo lo único destacable, en lustros, ha sido el cambio de apellido: de Industrial (Complejo Agroindustrial, desde su creación) a Tecnológico (rebautizado por el gobierno de Oswaldo Betancort para que, del pasado, solo quedaran las deudas). En ambos casos, de su aporte a la motivación del sector, no hay noticias.

El cultivo de la vid sigue siendo el mayoritario en la isla y, para ello, de poco sirve ni la Granja -más allá de la campaña anual de esquejes, si es que se sigue haciendo- ni el Complejo Agro-Tecnológico. En 2019 la superficie cultivada de viñedos era de 1.938 hectáreas, muy lejos de las 488 de hortalizas, que ocupa el segundo lugar, y de tubérculos (354) que completaría el hipotético pódium. Las producciones que se han tratado de implantar en los últimos años -olivar- apenas alcanzan 19 hectáreas.

La ganadería tampoco se reactiva

Similar suerte a los agricultores corren los ganaderos. Los (supuestos) esfuerzos de las administraciones tampoco se ven reflejados en una mayor presencia de cabaña ganadera. La caprina, predominante en el sector, presentaba un censo de 19.595 cabezas en 2020. Apenas unas pocas más que el año inmediatamente anterior (19.469) y medio millar menos de las de 2018, cuando en la isla había 20.096 cabras censadas. En el año 2012 había más de 27.000.

Ovejas y vacas, y hasta cochinos, tampoco viven el momento de mayor esplendor de su historia. Su presencia, en todo caso, no es, ni de lejos, tan numerosa como la cabaña caprina. La que más se acerca es la oveja con 3.854 cabezas en 2020. Unas 800 ovejas menos que el año inmediatamente anterior

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