Top Secret, 25 de noviembre de 2019

deCaires

FOTOS: José Luis Carrasco

deCaires

Jason deCaires Taylor es un artista que, en los pocos ratos libres que le deben quedar entre trabajo y trabajo, se dedica a faltar a Lanzarote y los lanzaroteños. A veces de un modo sutil, otras de forma grosera. El modo de cómo este artista absolutamente desconocido hasta hace no tanto llegó a Lanzarote, imagino que ya lo conocerán los habituales de este Top Secret porque alguna vez lo hemos contado. El caso es que se plantó aquí y el gobierno que elegimos y mantuvimos entre todos los conejeros en su día, le pagó un museo y le alquiló el taller donde trabajarse ese museo. Calculen de setecientos mil euros para arriba. Setecientos mil euros. Un museo nada original, puesto que existen otros en varios lugares del planeta, y que constituye una auténtica ruina en visitas porque, como cabría esperar, sólo una minoría entre el minoritario turismo de buceo, se sumerge para admirar las obras de arte hundidas. Sólo por eso, por el hecho de que no haya sido con su dinero, sino con el de todos los lanzaroteños, les guste o no el arte, hagan o no submarinismo, tengan o no un yate atracado en el Marina Rubicón, votaran o no a Coalición Canaria, el artista deCaires tendría que estarnos agradecidos. No sé si de por vida. Pero casi.

El mapa

En lugar de eso, el humilde deCaires respondió a los que criticaban el museo -por ser con el dinero de todos, con el suyo que haga lo que quiera- que gracias a su obra se había colocado a Lanzarote en el mundo. Modestia aparte, imaginamos. Podía elegir entre muchas maneras de defender su museo, pero eligió esa. Días más tarde, no contento con esa gran frase y quizá harto de tanto escuchar el nombre de César Manrique -que fue quien sí nos puso realmente en el mundo, conviene no olvidarlo- añadió que gracias a él ahora conocen a César Manrique en lugares como Japón, Tailandia y unos cuantos sitios más de estos que pillan lejos. Como ven, su desfachatez no conoce límites. Y en estos días en los que está pasando un mal trago porque el gobierno de Lanzarote, con más o menos razón, ha retirado sus famosos caballos de la marea del Museo Internacional de Arte Contemporáneo del Castillo de San José, ha escrito un par de reflexiones en las redes sociales que no tienen desperdicio.

Caballos

Porque su agradecimiento con Lanzarote es infinito. Tras que le pagáramos el museo del sur, y a buen precio, pretendió regalarnos por 200.000 mil euros esa instalación que alerta contra el cambio climático. Esta vez no coló. Su enojo le llevó a señalar al pacto de gobierno en el Cabildo de estar “más alineado con el general Franco y su censura del arte libre que con el medioambiente” antes de lanzar sus sospechas al pensar que “el motivo real esconde los tratos realizados con patrocinadores y sus intereses comerciales”. Él sabrá qué patrocinadores y a qué intereses se refiere. Eso fue escrito el viernes. Bien, pues este domingo, el modesto y agradecido deCaires, recomienda a nuestro Cabildo que eliminen “la palabra Internacional de MIAC- Museo Internacional de Arte Contemporáneo” -se supone que sólo por el simple hecho de que su arte ya no figura en los aledaños-. Dice deCaires en su último escrito “¡Los visitantes ahora pueden tener una visión completamente clara del puerto industrial y los mega cruceros, sin recordar la necesidad de acción climática!”. Ciertamente no sé cómo hemos sido capaces de vivir tanto tiempo sin recordar esa acción. Se supone que empezamos a ser conscientes del cambio climático y la lucha por el medio ambiente a raíz de que él metiera ahí los dichosos caballitos. En fin, francamente, deCaires…¡a freír chuchangas!

Comentarios