Top Secret, 11 de junio de 2019

Dos mujeres y una isla

La presidenta del Partido Popular, Ástrid Pérez, y la secretaria general del Partido Socialista, María Dolores Corujo, han pegado un puñetazo sobre la mesa de la política insular y han firmado un acuerdo histórico que, en el caso de Arrecife, suma también a Somos-Nueva Canarias. Siga leyendo...

Dos mujeres y una isla

La presidenta del Partido Popular, Ástrid Pérez, y la secretaria general del Partido Socialista, María Dolores Corujo, han pegado un puñetazo sobre la mesa de la política insular y han firmado un acuerdo histórico que, en el caso de Arrecife, suma también a Somos-Nueva Canarias. Cuatro años compartiendo Binter de ida y vuelta a Tenerife para ir al Parlamento dan para mucho. No es una sorpresa que las lideresas del PP y del PSOE insular han mantenido una fluida relación y se profesan un mutuo respeto político que, sin duda, ha sido clave para firmar el pacto que dejará a la popular como alcaldesa de Arrecife y a la socialista como presidenta del Cabildo. Pero además de lo indicado hay otros factores que han influido hasta el punto de inclinar la balanza hacia un pacto que muy poca gente creía probable. La política, una vez más, vuelve a demostrar que es el arte de lo imposible.  Una frase que, dicho sea de paso, es la versión española de la original que se atribuye a personajes como Aristóteles, Maquiavelo, Churchill o Bismarck. Así fue cómo se pasó de definir la política como el arte de lo posible a todo lo contrario. Entre esos factores estarían, tal como se ha dicho, que a la presidenta del Partido Popular no le cuadraba eso de blindar a Pedro San Ginés en la presidencia del Cabildo a cambio de quedar ella como alcaldesa con un socio con el 50% de concejales más que los suyos. Eso en el supuesto de que Coalición Canaria le hubiese cedido la alcaldía, cosa que nunca se planteó oficialmente.

Arrogancia

Esa es una de las expresiones que se ha manejado estos días de reuniones, pactos y acuerdos. De entrada el Partido Popular parecía condenado a entenderse con Coalición Canaria. Pero se encontró con la postura inflexible (¿arrogante?) de los nacionalistas: querían Cabildo y Arrecife, por ser en ambas instituciones los más votados. En Coalición consideraban harto improbable, por no decir imposible, que PP y PSOE se pusieran de acuerdo y los dejaran en la oposición en ambas instituciones. Justo lo que ha ocurrido. Ya a la desesperada, Coalición Canaria ha empezado a enviar notas de prensa ofreciendo públicamente el Cabildo de Lanzarote y la alcaldía de Arrecife al Partido Popular. Todo menos quedarse sin tocar poder. Pero ya era tarde. PP y PSOE tenían vía libre de sus respectivas direcciones regionales para llegar al entendimiento. Y a ello se pusieron las dos mujeres de los principales partidos. En la capital de la isla precisaban de los votos de Somos-Nueva Canarias. Y han encontrado facilidades por parte de las direcciones insulares de ambas formaciones. Paula Corujo, otra mujer, y Armando Santana, incansable azote de Coalición Canaria estos últimos cuatro años. Y la figura de Pedro San Ginés, que no ha sido precisamente irrelevante a la hora de inclinar la balanza. Dijo que a la política no vino a hacer amigos y, en efecto, no los ha hecho. Amigas, por lo menos, no.

Mujeres al poder

Dos mujeres, por tanto, regirán los destinos de las dos principales instituciones de la isla. Ástrid Pérez tratará de devolver el dinamismo a una capital que, por diversas razones, se había sumido en cierta melancolía. Tendrá bajo su mando a doce concejales a los que poner a funcionar para que Arrecife note cambios a corto plazo. En los primeros cien días de Gobierno, los que se conceden de gracia, algo se habrá de notar. Será la manera de acallar las críticas de quienes no entienden este acuerdo. En el Cabildo de Lanzarote, María Dolores Corujo ha prometido hacer desaparecer los altos niveles de testosterona que padece el edificio. Las formas de gobernar de Pedro San Ginés han mostrado el camino por dónde no transitar. Ayer mismo se conocieron dos nuevos reveses de los tribunales de justicia contra la cada vez más desprestigiada presidencia. Una institución a la que urge frenar en su caída. Se pedía altura de miras a los políticos de Lanzarote. ¿Acaso hay alguna mayor que comprobar cómo es posible y se hace realidad un pacto entre el PSOE y el PP?

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