Dos requisitos del Plan General

Dos requisitos del Plan General

El Gobierno de Canarias acaba de entregar al Ayuntamiento de Arrecife el documento de Aprobación Inicial de la Revisión del Plan General de Ordenación de la ciudad. Se ha pegado nada menos que seis años para redactarlo, tarea de la que se ha ocupado la empresa pública Gesplan. Sabemos que lo ha entregado sin una elemental explicación de sus contenidos, así sea por cortesía, no sólo hacia la Corporación municipal, sino hacia los sesenta mil habitantes de Arrecife. El único gesto que ha tenido el Ejecutivo canario ha sido con uno de los suyos con intereses en Arrecife, Jaime Cortezo -el mismo patriota de cartón piedra que trata de vender el paraje de Güi Güi a capital chino-, sobre el que ha sacado una nota aclaratoria sobre la edificabilidad asignada al Islote del Francés.

El Gobierno de Canarias debería explicar qué Plan General ha cocinado, por qué y para quién
 
Si tuviera vergüenza deportiva, el Ejecutivo autónomo debería venir, recorrerse cada rincón de Arrecife, convocar a todos los afectados y explicar qué Plan General ha cocinado, por qué y para quién. La adecuada información y los cauces de participación son dos aspectos irrenunciables cuando se acomete la ordenación territorial y urbanística de un municipio. En el caso de la Revisión del Pan General de Arrecife, acometida con carácter supletorio, ambas, información y participación, han sido y son muy deficientes. El pleno del Ayuntamiento y el conjunto de la población necesitan disponer de información suficiente, clara y transparente para hacerse un juicio correcto sobre el Plan General y el futuro que propone para la ciudad. Esta tarea sigue pendiente y es inaplazable.
 
No deja de ser una falta consideración que no se hayan contestado las alegaciones a la Aprobación Inicial del Plan de 2014
Tampoco se sabe nada de la contestación de las alegaciones presentadas en su día, cuando se presentó otro documento de Aprobación Inicial, en 2014, que fue retirado con nocturnidad, alevosía y sin una explicación convincente. Contestar las alegaciones presentadas es otro requisito esencial para que quienes las formularon sepan si han sido tenidas en cuenta en todo o en parte o en nada. Es habitual la falta de respuesta de la Administración a las alegaciones presentadas por los ciudadanos durante la fase de información pública de los planes. A través de la contestación razonada a las alegaciones, la ciudadanía puede conocer los motivos por los que sus pretensiones han sido o no estimadas. Lo contrario obstaculiza los derechos a la información y participación de la ciudadanía. Por ello, no deja de ser una falta de respeto y de consideración que todavía no se hayan contestado las alegaciones a la Aprobación Inicial del Plan de 2014.
 
Demasiado que ocultar.

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