REPORTAJE

El albergue de la Protectora de Animales Sara cuelga el cartel de "desbordado"

Para los miembros de Sara es fundamental que las instituciones colaboren con las protectoras y las casas de acogida de animales en la concienciación sobre la responsabilidad que supone tener una mascota.

El albergue de la Protectora de Animales Sara cuelga el cartel de "desbordado"

No hay espacio en el albergue de la Protectora de Animales Sara. "Tenemos una gatera preparada para una media de entre 80 y 100 gatos, sin embargo hay 200", ha explicado Obelesa Hernández, miembro de la Junta Directiva de la Protectora. Además, en la zona de los perros hay hueco para acoger un máximo de 160, pero ahora lo ocupan alrededor de 180 canes. "Menos mal que hay casas de acogida en la isla que nos echan una mano, si no esto sería imposible", se ha lamentado.

"Tenemos que ser responsables de nuestras mascotas"
 
Sobre el abandono de las mascotas, Obelesa Hernández critica la falta de concienciación que aún existe en la sociedad. "Tenemos que ser responsables de nuestras mascotas, nosotros realizamos campañas para educar sobre la esterilización, pero no es suficiente". Aquí juegan un papel importante las instituciones, ha comentado, "que podrían ayudar a expandir una conciencia de control y respeto sobre este tema con programas de formación."
 
A juicio de Hernández, la esterilización es un punto de control responsable que ayuda a parar la situación de pobreza y el maltrato a los animales callejeros. "Esterilizando podemos impedir por ejemplo que una camada de gatitos vuelva a ser encontrada en un contenedor de basura", ha argumentado. Y es que "cuando llega el mes de mayo, el instinto animal hará que nuestro perro o gato tenga la necesidad de salir a la calle y es nuestra responsabilidad esterilizarlos para no aumentar las camadas sin control".
 
Andrés Arias, cuidador de la Protectora, lleva dos años atendiendo a los huéspedes del albergue y afirma que "seguimos viviendo un presente donde el abandono animal es gratuito". Asimismo señala que "ellos no tienen voz y somos nosotros los activistas y cuidadores quienes tenemos que trabajar para que se escuche este mensaje".
 
"Todos llegan en muy mal estado: enfermos, estresados, asustados, maltratados, desnutridos..."
 
En cuanto al estado en el que llegan la mayoría de estos animales abandonados sabe mucho Diana Ródenas, veterinaria de la Protectora, que se encarga de curar a los recién llegados y de mantener a los que no encuentran un hogar de acogida. "Todos llegan en muy mal estado: enfermos, estresados, asustados, maltratados, desnutridos... En una ocasión, llegaron dos gatitos que habían sido atropellados. Esto les impedía orinar porque tenían cerrada la uretra. Al final, les tuvimos que abrir un pequeño agujero en el abdomen para que pudieran hacerlo", ha comentado.
 
Para los miembros de Sara es fundamental que las instituciones colaboren con las protectoras y las casas de acogida de animales en la concienciación sobre la responsabilidad que supone tener una mascota y poder terminar así con la falta de empatía y ética que en ocasiones rige nuestro presente social.

Comentarios