El campo en huelga
Varias asociaciones han convocado una huelga general de ámbito estatal en el sector primario para los días 18 y 19 de septiembre. ¿La razón? Todo el sector primario español se encuentra en crisis y sus actores quieren soluciones. Según los convocantes, el origen del problema estaría en la sobreoferta de productos, mucho más baratos, que llegan al mercado europeo procedente de terceros países con los que la Unión Europea (UE) está firmando acuerdos comerciales. Por eso, los precios de los productos agrarios locales ni siquiera cubren los costes de producción ocasionando el abandono del agro.
La espiral destructiva viene siendo denunciada desde hace decenios. La actividad agraria no es rentable, los jóvenes abandonan el campo y la despoblación del medio rural es imparable. Las parcelas sin cultivar se convierten en eriales llenos de malas hierbas; los ganados no pastan en los bosques, que pasan a ser víctimas propicias del fuego; y los terrenos que no se cultivan se transforman en páramos. Las grandes multinacionales del sector, en cambio, campan a sus anchas.
Por ello, esos dos días asistiremos a la paralización de las actividades en las explotaciones agrarias; la paralización de productores, recolección, actividades de confección y transformación de productos primarios en almacenes, naves, bodegas, etc.; y la paralización de cualquier tipo de transporte de productos primarios. Aquí lo veremos por la tele a no ser que el sector primario lanzaroteño se sume a la convocatoria, y, con suerte, podremos acudir a una concentración o una manifestación para mostrar nuestra solidaridad.
Si la cosa les sale bien y las organizaciones agrarias se adhieren a la convocatoria, al ir al supermercado esos días habrá quien nos pida que no compremos en los establecimientos que tengan a la venta productos de terceros países, que inundan el mercado y destrozan el tejido productivo propio. Y, con suerte, alguien leerá un manifiesto reclamando que la soberanía alimentaria sea un principio fundamental en la UE para avanzar en el autoabastecimiento. Con suerte, todo eso.
