El debate

¿Vieron ayer el Debate sobre el Estado de la Isla? ¿O quizá deberíamos decir de las dos islas? Una, la que dibuja el Gobierno; otra, la que pinta la oposición. Si no lo vieron, no se preocupen: son ustedes parte de la inmensa mayoría. Tan de la inmensa mayoría que se incluyen en la práctica totalidad. Se puede dar el caso, incluso, de que se estén enterando ahora que ayer hubo Debate sobre el Estado de la Isla. Una cita que continúa hoy, por cierto. Conste que en este Top Secret creemos que ese debate es necesario. Es bueno que la gente discuta educadamente, que se contrasten opiniones, que se comparen puntos de vista y, más allá, que se tenga la ocasión de presentar iniciativas para corregir los desajustes criticados. Así que bien está que los veintitrés del Cabildo se hayan encerrado día y pico alegando sobre el territorio común y los problemas comunes. Otra cosa distinta es que lo que allí se habla, y quienes lo hablan, les importen un pimiento a la práctica totalidad de la ciudadanía. Ocurre lo mismo con el Debate sobre el Estado de la Nacionalidad (en Canarias) y el Debate sobre el Estado de la Nación, en el Congreso. Por lo general seguimos viendo con muy malos ojos el ejercicio de la política. Y con ese argumento y semejantes actores poca gente se traga la serie. No hay que darle más vueltas. Ya les comentábamos días atrás que entre un punto álgido en una cuestión del debate político y la pérdida de una perrita, el lector lo tiene claro: gana el interés por el animal. El de cuatro patas, por ser precisos.

 

Leticia Padilla se impuso en la carrera hacia la Secretaría General Municipal de Podemos en Arrecife. Derrotó a Daniel Cabecera con el  61% de los votos emitidos, ciento y pico en total. Casi el doble de los que votaron en su día en las primarias del Partido Popular, por comparar. Queremos decir con eso que no es, ni mucho menos, una cifra baja, en la escala política. En la de la vida real ya sería otra cosa. Este triunfo de Leticia Padilla ¿será un aviso a navegantes ante las inminentes primarias al Cabildo? Porque, en nada, Podemos se juega la candidatura a encabezar la lista electoral a la primera corporación de la isla. A nadie se le esconde que Padilla brega en el bando de Nona Perera, una de las candidatas, mientras que Dani Cabecera es hombre de confianza de Carlos Meca, el candidato que aspira a repetir como cabeza de lista al Cabildo tras conseguir aupar a Podemos como tercera fuerza política en los comicios de 2015. Así las cosas, no es de extrañar que ayer tarde ya se realizaran las primeras lecturas. Un tanto apresuradas, a nuestro juicio, porque siendo importantes los proyectos, no lo son menos los currículums personales. Y los de Meca y Padilla, sin desmerecer los de Cabecera y Perera, son de lo más potente en ese sector de la política insular. Pero...

 

El premio al membrillo (mentecato, botarate, majadero, memo, lerdo, tolete, zonzo, lelo...) del mes habrá que adjudicárselo, por unanimidad, al ilustre beocio que se grabó conduciendo a 200 km/hora y publicitó su hazaña en las redes sociales. La vanidad sirve para eso: traza un perfecto perfil del azote poligonero. Afortunadamente la Guardia Civil lo ha cazado y ahora es de esperar que caiga sobre él, como se suele decir, todo el peso de la ley. Y parece que en casos como estos el talego está al final de la carretera donde el figura se exhibía. Entre dos y cuatro años, concretamente. Un tiempito sin arrequintarle a la chola y con el buga en el garaje. Si es que se le sigue llamando buga a los coches de los millenials. Por si surge la duda: naturalmente que nos indigna que un descerebrado vaya por ahí a doscientos por hora. Si fuese él sólo el que circulara nos importaría menos, o nada. Si se mata, allá él. El problema se presenta cuando la “hazaña” del muchacho de hueco craneal ha tenido lugar a tráfico abierto, con personas normales circulando al mismo tiempo y en claro peligro sin comerlo ni beberlo. En fin...