El desalojo

La primera mujer que accede a la Alcaldía de Santa Cruz de Tenerife, Patricia Hernández, aseguró no mostrarse sorprendida por la reacción de los que hasta ahora habían ocupado el poder en Santa Cruz durante 40 años. “Entiendo que lo vivan como un desalojo”, dice, para añadir que, después de tantos años, “creen que la institución es suya y, por tanto, que les han quitado algo de su propiedad”. Se refiere a Coalición Canaria y a sus mutaciones anteriores. Lo mismo sucede en el Ayuntamiento de La Laguna y podría ocurrir en el Cabildo de Tenerife y hasta en el Gobierno regional, Casimiro mediante. Esto es así porque consideran que estas instituciones son de su exclusiva propiedad, lo cual choca frontalmente con un precepto básico de la democracia: la alternancia en el poder y la transmisión pacífica y elegante de los atributos del poder.
 
Ni 24 horas de cortesía le han dado los de Coalición a Astrid Pérez, la nueva alcaldesa
Salvando todas las distancias institucionales y los tiempos de permanencia en el poder, algo parecido estaría sucediendo en el Cabildo de Lanzarote, ya que, en principio, el próximo jefe de la oposición, Pedro San Ginés, no podrá reeditar la Presidencia y batir el récord de permanencia consecutiva al frente del Gobierno insular. Diez años como presidente del Cabildo y veinte como consejero de la Corporación son más que suficientes para llegar a creerse que es suya, que esa es su residencia habitual y su hábitat natural, percepción que se encargan de aquilatar sus aduladores. Quizá de ahí las malas formas, los malos gestos y, momentáneamente, que no haya convocado aún el Pleno de proclamación de la nueva presidenta, Dolores Corujo, la mujer que lo derrotó en las urnas. Los demás cabildos ya han convocado los plenos; Pedro lo hará cuando le parezca, a no ser que al final lo haga el secretario por imperativo legal. 
   
Lo de Arrecife no es muy distinto. Ni 24 horas de cortesía le han dado a Astrid Pérez, la nueva alcaldesa, a la que Coalición y sus allegados juveniles, mediáticos y de otro signo se han empeñado en aguar la fiesta de su proclamación. La brutalidad, el machismo medieval y la misoginia ancestral están dando forma a la tremenda perreta que se han cogido. Exactamente por lo mismo: el desalojo de quien no ha estado alojado, pero creía que iba a estarlo con mando en plaza y que hasta había repartido prebendas. A ella, a la alcaldesa, y al Partido Popular (PP) los de Coalición los han tratado bien hasta ahora por pura conveniencia electoral, puesto que, para ellos, no pasan de ser un puñado de cargos públicos subsidiarios e irrelevantes con los que conformar una mayoría de gobierno bajo dirección nacionalista. Esto no ha hecho más que empezar, ya que estos desalmados utilizarán todos los mecanismos a su alcance para hacerla sufrir todos los santos días desde aquí hasta que claudique. O hasta mayo de 2023.

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