Top Secret, 19 de febrero de 2020

El escenario

El escenario

Las murgas del carnaval de Lanzarote han cuestionado el escenario sobre el que tienen que actuar. Y el pueblo también. Estas dos frases son válidas, las lean cuando las lean. Como el que no quiere la cosa, hemos llegado al año 2020. Veinte años después del año 2000. Siglo XXI a tope ya. Y Arrecife sin recinto ferial -uno de verdad-, ni palacio de congresos o auditorio y, lo que es peor, sin esperanzas de que haya alguno a corto plazo. Nos dará el 2030 y seguiremos igual. Al tiempo. Así que escuchar estos días al colectivo murguero quejarse -con toda la razón del mundo- de las condiciones en las que tienen que actuar, y ver a esa pobre gente allá en lo alto de la grada, expuestos a las inclemencias del tiempo y sin arneses, no nos pilla de nuevas. Pero no por ello debe dejar de sonrojarnos. No ya a nosotros, que como pueblo en todo caso tendríamos vergüenza ajena, sino a los políticos tan absolutamente mediocres de estos últimos (muchos) años, incapaces de conseguir para la isla infraestructuras dignas de cualquier índole. Pero hoy estamos con la indignidad esa que llaman ‘recinto ferial’ los que no han visto un recinto ferial en su vida.

Páramo inhóspito

Porque lo dicen, lo escriben en papel oficial y lo repiten con absoluta naturalidad: recinto ferial. Y no. Llámenle páramo inhóspito, descampado desapacible, cuneta de una rotonda, aparcamiento de la Peña del Camello…lo que se les ocurra menos recinto ferial. Porque no es eso. Ni lo ha sido, ni lo será nunca. Una explanada, un escenario mal apañado, dos casetas de camerinos y una carpa sin lonas. En ese cutrerío se celebran las cosas importantes de Arrecife. Y a nadie se le ha caído, ni se le cae, la cara de vergüenza. Al contrario: debaten en serio sobre las migajas. Cuando hace algunos años cayó la del pulpo en plenos carnavales y se enchumbó aquella zona, los partidos de la oposición reprocharon a los del gobierno que si las lonas estaban rotas y por eso se coló el agua. Y el gobierno entró al debate y así estuvieron discutiendo de forma oficial, sobre los parches que había que poner, o quitar, en las lonas de la carpa famosa

El debate

Debatiendo sobre una lona. O peor aún, sobre los parches de una lona. Debatir sobre eso en lugar de estar reivindicando todos a una que el Gobierno de Canarias, abandonara su maltrato a la isla de Lanzarote y de una vez por todas se dejara aquí los cuartos que los de aquí aportamos a la hacienda común. Que nos deben, y mucho. ¿Cuál ha sido la aportación de los últimos gobiernos de Canarias a Lanzarote? Fuera de la rutina, en concreto. Y entiéndase por rutina dos o tres colegios (con barracones), un par de carreteritas mal acabadas y pare usted de contar. La respuesta es cero. Echen un vistazo a su alrededor. ¿Qué tiene Lanzarote? ¿De qué podemos presumir que no sea lo que trajimos de serie y lo que Manrique generó? ¿En qué año se paró el reloj de Lanzarote? Por eso causa verdadero sonrojo tener que asistir a nuevo al debate de si el escenario tal o la lona cual. A ver cuándo nos permiten soñar en grande y debatir sobre cosas serias.

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