El gran Eulogio

El último cestero de Lanzarote, el hariano Eulogio Concepción Perdomo, será homenajeado este viernes, 7 de diciembre, por toda una vida dedicada a la cestería de pírgano. El homenaje no tendrá lugar en la plaza de su pueblo, sino en el marco de la trigésima cuarta edición de la Feria de Artesanía de Canarias, que se celebrará hasta el próximo 9 de diciembre en la isla de Gran Canaria.
 
En Lanzarote se desarrolló una fecunda tradición alfarera y de productos derivados de la hoja de la palmera, como los  pírganos, y otras fibras vegetales, al igual que una variada y reconocida artesanía textil. Los derivados de fibras vegetales dieron lugar a labores de cestería de junco, palma, palmito y paja de centeno. Característico de la isla es la empleita, de hoja de palmera, con la que se confeccionan esteras, bolsos y el útil usado para dar forma a los quesos.
 
Eulogio Concepción Perdomo es el último testimonio de una época
La artesanía y el folclore musical subsistieron cogidos de la mano, íntimamente, durante siglos. La artesanía aportaba los vestidos e instrumentos de cuerda, así como los útiles empleados en el pasado para las actividades económicas y la subsistencia en el hogar, mientras que el folclore musical no era sino el reflejo del antiguo y cotidiano modo de vida marinero y campesino. Casi todo eso no es ya más que historia. La práctica desaparición de las labores agrícolas y pesqueras tradicionales ha abocado a la artesanía a ocupar un espacio testimonial. 
 
Parece inevitable que, junto a los cambios económicos y sociales, las nuevas artesanías se abran paso relegando a aquella al olvido. La explicación es muy sencilla: las piezas tradicionales han dejado de tener la función, sobre todo doméstica, que se les daba en el pasado. Sin demanda, no hay oferta: el declive está servido; la desaparición está a  vuelta de hoja de calendario. El gran Eulogio Concepción Perdomo es el último testimonio de una época.

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