El oráculo del 26M

José Félix Tezanos, sus denostadas cocinas demoscópicas y el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS) dejaron de ser el hazmerreír de las tertulias de radio y televisión nada más concluir el recuento de los votos depositados en las urnas el domingo pasado. Clavaron sus predicciones y por eso todo el mundo agacha ahora la cabeza y guarda silencio. A pocas horas del conteo, Tezanos cogía carrerilla y se atrevía a anticipar sus previsiones para las próximas elecciones europeas, municipales y autonómicas del 26 de mayo.
 
El escenario político del 26M será similar al de las generales
El oráculo del CIS apunta que el escenario político será similar al de las generales y, la verdad, para eso no hace falta ser un experto sociólogo. Basta con olfatear el ambiente para detectar que los demócratas ortodoxos y el rojerío verde y violeta están con ganas de volver a repetir una amplia victoria para aupar gobiernos progresistas en las instituciones más cercanas a la ciudadanía, como serían las comunidades autónomas, los cabildos insulares y los ayuntamientos. Y parece que también quieren una Europa social, de los pueblos y las personas. 
 
Ahora bien, Tezanos ha querido ser prudente y ha dicho que el escenario final dependerá no sólo de cómo se comporten los suyos, el PSOE, sino el resto de partidos. Dependerá del nivel de miedo que siga despertando la ultraderecha y sus posibles alianzas con el PP y Cs, como ya sucediera en Andalucía. Dependerá asimismo del voto útil, de la radicalización política y el volumen de crispación que se introduzca y que, al parecer, genera rechazo entre un amplio espectro del electorado que reclama diálogo, concertación y acuerdo. Dependerá del grado de fragmentación de las ofertas políticas y, por último, del perfil de los candidatos y de su cercanía a las y los votantes.

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