El otoño político

Pocas horas después de comenzar el curso político, nos encontramos ya con tres novedades destacables: El Gobierno de Canarias crea otro bonobús a sumar a los bonobuses; Ciudadanos en Lanzarote saca sus cargos al sol y reaparece un político... ¿Quién? Ni tiempo a sacudirnos el jable. Antes de llegar a esas limpias duchas de generoso chorro que pueblan nuestras playas, con el bañador todavía húmedo, nos sorprenden ya las primeras noticias de cierto calado político. Una de gestión, la del Gobierno. Otra de aparición, la de los naranjitos y una casi de ciencia ficción: el vivificar de uno que estuvo y dejó de estar. Lo dijo el concejal del PIL en el Ayuntamiento de Yaiza, Daniel Medina, en declaraciones a Radio Lanzarote-Onda Cero: el presidente del partido insularista, Ramón Bermúdez, reaparecerá este mes. En septiembre. Como las setas, donde hay setas. Asegura Medina que él sí ha hablado con Bermúdez, este verano. Lo dijo como con un implícito reconocimiento de lo paranormal de la situación. Fenómenos extraños al margen, bueno sería que el presidente del PIL se ocupara del partido al que tiene casi en la mesa del forense. Cierto que ha atravesado una situación familiar complicada, pero no menos cierto es que esto de la política es voluntario. Cabe recordarlo de vez en cuando para que nadie se sienta imprescindible. 

 

Es voluntario siempre y cuando no te conviertas, gustosamente, en rehén de la política. ¿En qué consiste eso? Fácil, en dejarte secuestrar, de un modo u otro, por una actividad que, o te paga como ninguna otra, o donde trabajas menos que en otro sitio. O las dos cosas juntas. Aquí ha habido casos de animadores socioculturales que en la actividad pública no llegarían a mileuristas que se embolsaban entres tres y cuatro mil euros mensuales siendo “consejeros de”. Y, claro, a ver quién los regresa luego a organizar torneos de envite en los tele clubs. Y, por otro lado, gente con carrera (la más habitual, la de maestros) que prefieren dejarse mecer en brazos de la política antes que el coñazo ese, pensarán ellos, de la tiza, el pupitre y los horarios escolares. Se quiere decir con todo esto que no vamos a aceptar en este Top Secret que nadie utilice a la familia como escudo humano para justificar, en el campo de la política, acciones u omisiones de dudoso proceder o naturaleza. Nadie, repetimos: nadie está obligado a estar en política. Si no puedes abarcar todo, elige según te dicten tus principios, tus valores, tu moral, tu conciencia o como quieras llamar a eso que se te aparece de vez en cuando diciéndote que algo no va bien en tu día a día. Por poco que trabajes y mucho que te paguen.

 

El primer día hábil de septiembre nos ha dejado un par de cositas más. De un lado el Gobierno de Canarias presentando un bonobús que se suma a los bonobuses ya existentes. Pero este es sólo para los residentes canarios. Una tarjeta de transporte terrestre que permitirá descuentos a los aquí residentes. Luego están los que ya estaban: estudiantes, pensionistas, etc., etc. Lo que entre una cosa y la otra acabará repercutiendo en positivo en el bolsillo de los que utilizan transporte público. Y si son legión los que lo hacen, le irá mejor al planeta. Trump incluido. La segunda cosa que nos deja el inicio del noveno mes del año es un vídeo de Ciudadanos Lanzarote, que amaga con convertirse en un clásico al estilo de las partidas de dominó de Aznar en Quintanilla de Onésimo. El vídeo en cuestión es muy parecido (de repente es el mismo) que el del año pasado. Las familias anaranjadas, cada una en su municipio, llamando a la afiliación. En algún caso urge, porque sólo salen dos en el vídeo. Decíamos ayer que Ciudadanos es uno de los tres partidos llamados a la reválida (los otros son Podemos y Somos). Hace ya el suficiente tiempo que los conocemos y asistimos a sus políticas como para tomar una decisión fundamentada más allá del probar por probar.