El parque de Manrique sin Manrique

El parque de Manrique sin Manrique

Creo que se equivoca el Ayuntamiento en la adopción del acuerdo sobre la recuperación estética del Parque Islas Canarias, para lograr aproximarla al proyecto original ideado por Manrique. Creo que yerran con la presentación de la moción defendida por Podemos dada la aparente ausencia de reflexión, más que a golpe de ventolera. Tal y como sucede a los componentes del pleno municipal que secundan la iniciativa.
 
Los asuntos objeto de mi atención en tanto observador tienen varios frentes. Uno de ellos es la imposibilidad material de acercarse, ni remotamente, a aquel resultado surgido de la transformación de un espacio concebido en varios niveles a partir de lo que, hoy, es una superficie horizontal inexcavable por la presencia de un aparcamiento, al que parece complicado renunciar, aunque no imposible.
 
Si algo de ejemplo son ambos parques lo son de degradación
Segundo, con Manrique ausente,  a ver a quién se le ocurre rehacer su obra cuando, probablemente, hoy el artista podría haberlo enfrentado con un lenguaje bien distante al anterior. No sabríamos que habría hecho, ni falta que nos hace porque ya no está. La ciudad no es la misma, ni sus dimensiones ni sus necesidades y exigencias, aunque parezca el mismo espacio necesitado de atención que Manrique ponía en evidencia treinta años atrás.
 
Resulta bastante escandaloso que a Podemos le dé por semejante propuesta, sin valorar el impacto económico en una ciudad en la que existe un parque más viejo y en precario, y con el abandono de múltiples aspectos que no sólo afectan al centro sino a los barrios, así como al bienestar de la población. Entiendo, no obstante, que si algo de ejemplo son ambos parques lo son de degradación, entre otras cosas por la falta de zonas de sombra, la de árboles no de pérgolas.
 
Dado que el tránsito por la ciudad en las horas de mayor insolación, o sea, durante toda la jornada, es una ingrata tarea, especialmente en este espacio de recreo, que es el que nos ocupa, y que moverse y permanecer entre el Club Náutico y El Reducto, es más adecuado para los señores del desierto y su caravana de dromedarios, la pregunta es cómo aumentar la calidad de la zona.
 
Olvídense de Manrique para estas ocurrencias, pero recuérdenlo para lo esencial
Arbolar el frente construido en toda esa avenida es la respuesta, y la complementaria sería la de arbolar el borde interior del parque. Dos hileras de árboles. El problema es el que es, y estriba en el robo de un vial público cuyo subsuelo se ha incorporado al aparcamiento subterráneo sin que el gobierno municipal de entonces interviniera ante el saqueo. ¿Acaso cómplices?
 
Procede, por tanto, la recuperación del subsuelo correspondiente a aquel vial por parte del Ayuntamiento para generar suelo en el que plantar la fila de árboles complementaria a la ya propuesta para el frente construido. Nada descabellado eso de que nos devuelvan lo que es público y construir una alameda envidiable. Para el parque, un concurso de ideas para, con los nuevos árboles, adecentar el espacio.
 
Olvídense de Manrique para estas ocurrencias, pero recuérdenlo para lo esencial, tal que su mensaje. No parece que se pueda decir mucho más.

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