Escuelas para el sector primario
En otras islas no se están con boberías con el sector primario, como en Gran Canaria, donde cuentan con sendas escuelas de Apicultura y de Ganadería y Pastoreo, implantadas en año pasado con el fin de profesionalizar el sector. El lema muy bien podría ser si la gente está animada y quiere, pero no sabe, pues se la enseña y se la apoya. Estanos ante plazas limitadas, más de 600 horas, certificados de profesionalidad y una sólida formación que incluye iniciación a la informática, gestión empresarial y agente turístico. Y, al final, prácticas con fuego real en empresas y una fuerte inyección de emprendeduría.
A la vista de esta iniciativa pionera, qué quieres que te diga, que estamos tardando en implantarla en Lanzarote. Máxime cuando el objetivo docente es actuar en tres de las principales debilidades del sector primario: la escasez de mano de obra especializada, la falta de relevo generacional y la débil capacidad de gestión del negocio. Es de esta forma y con el respaldo de la Universidad como el concepto de soberanía alimentaria se va llenando de contenido, a la vez que se superan las viejas fórmulas de apoyo institucional al sector, léase granjas agrícolas experimentales, que se han quedado obsoletas y hace la tira que pasaron a mayor gloria. A coger recortes.
