Exóticas e invasoras

1.800.000 euros en 2020. Esa es la cantidad que el Gobierno de Canarias invertirá para el control de especies exóticas invasoras en el Archipiélago, y así se recoge en el proyecto de Ley de Presupuestos Generales de la Comunidad Autónoma. Resulta fundamental, porque las especies endémicas se ven amenazadas por la aparición y propagación de estos ejemplares de fauna y flora exótica. Esta dotación permitirá poner en marcha programas para aves exóticas y actualizar el catálogo de especies invasoras, tanto vegetales como animales, con el objetivo de mejorar las labores de control y erradicación. 

 

Rabo de gato (Pennisetum setaceum) es el nombre común de una gramínea africana introducida en las Islas como planta ornamental en los años setenta del siglo pasado, y que ha acabado por asilvestrarse. Alberga una gran capacidad colonizadora, por lo que se está expandiendo sin control, al punto que, para algunos especialistas, hay zonas en Canarias que ya son irrecuperables. En Lanzarote, hasta no hace demasiado tiempo, sólo se la localizaba en las inmediaciones de Arrecife, pero últimamente han aparecido nuevas colonias en otros puntos de la isla. Este es un buen ejemplo para nosotros.

 

Lanzarote considera un problema ambiental de enorme gravedad la extensión de la especie invasora Rumex lunaria, conocida como calcosa o vinagrera. Por ello, se han propuesto planes de choque contra este arbusto que ha colonizado zonas importantes de Yaiza y Tinajo, tratando de  reforzar de los mecanismos de control ya existentes en el Parque Nacional de Timanfaya. Pero, para colonización la juguetona ardilla moruna (Atlantoxerus getulus), que ha adquirido la dimensión de auténtica plaga en la isla de  Fuerteventura. Las especies invasoras son como el facherío: las ignoras y las dejas a su aire y te comen por las patas para arriba.