Top Secret, 24 de enero de 2020

Facturas

Facturas

El ayuntamiento de San Bartolomé tiene unos servicios jurídicos que han demostrado sobradamente, su valía ganando pleitos a cascoporro. El último se conoció ayer mismo. José Vicente Montesinos, condenado en el Caso Montecarlo, había reclamado judicialmente una factura del 1 de junio de 2007 por un importe de 2.524 euros. La reclamación entró en suspenso en abril de 2013 ya que el ayuntamiento de San Bartolomé alertó que Montesinos se encontraba imputado en el citado caso judicial que precisamente tenía como telón de fondo el cobro ilegal de facturas. Todo el mundo sabe que, en efecto, el Caso Montecarlo acabó por demostrarse y unos cuantos, entre ellos el citado, fueron condenados. Por tanto, esa factura pendiente fue también incluida dentro de las sumariadas y, como subraya el ayuntamiento, “forman parte de una trama de corrupción y no responden a servicios efectivamente prestados". Otra muesca en el revólver de los servicios jurídicos de San Bartolomé de los que el hoy alcalde, Alexis Tejera, presume igual que lo hizo su antecesora en el cargo y hoy presidenta del Cabildo, María Dolores Corujo. Y con razón.

Irreductibles

Porque ese equipo en el que se apoya San Bartolomé no se arruga ante nada ni nadie. Lo sabe AENA, que fue condenada doblemente: a pagar las tasas de basura y las del aparcamiento. E incluso lo sabe hasta el Ministerio de Hacienda, en una jugada magistral de donde las dan las toman. Por recordar, San Bartolomé -y los otros municipios con territorio “Geria”- había recibido unos fondos para actuaciones en la zona vitivinícola. Pero las inversiones nunga llegaron a materializarse. Así que Madrid pleiteó, y ganó, y San Bartolomé tuvo que devolver esos fondos más los intereses que generaron. El ayuntamiento, lejos de conformarse, inició un pleito contra el Ministerio de Hacienda reclamando la devolución de los intereses por no considerar de justicia su pago. Y, además, reclamó los intereses que esos intereses hubiesen generado. Pues dicho y hecho: la razón del lado de San Bartolomé a quien tuvieron que devolver los intereses de la subvención no invertida, más los intereses que ese dinero había generado.

Arrecife

Ese celo del ayuntamiento que preside Alexis Tejera, que pelea hasta el límite por 2.500 euros, contrasta con la facilidad con la que al ayuntamiento de Arrecife le cuelan una factura de más de 277.000 euros sin apenas pelea por parte del gobierno ni mayores preguntas por parte de la oposición, más empeñada en perseguir violinistas o beleneros que en mostrar su extrañeza, cuanto menos, por una factura que empezó siendo contrato menor -hasta un máximo de 18.000 euros- y ha acabado en ese más de un cuarto de millón. Y que se adjudicó a un particular y reclama una empresa. Y que no consta que haya sido presentada en el ayuntamiento antes de que se reclamara por la vía judicial. Todas esas cosas que a cualquiera le extrañarían no merecen ni una pregunta por esa oposición que se escandaliza por cuestiones de índole claramente menor. Y ya no se trata de poner el grito en el cielo, sino de alinearse junto al gobierno, todos a una, para evitar pagar ese montante, si es que tienen claro que no hay que pagarlo.

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