Fuegos

Fuegos

El debate sobre los fuegos artificiales y los animales de compañía, fundamentalmente perros, está alcanzando niveles nunca vistos. La sensibilidad parece ser tendencia. El 31 de diciembre de 2017 Roma fue noticia en todo el mundo. La alcaldesa, Virginia Raggi, prohibió el uso de fuegos artificiales, petardos, cohetes y cualquier otro producto similar que pueda explotar, bajo multas de 25 a 500 euros. “Tenemos la tarea de proteger la salud de los ciudadanos romanos y de nuestros amigos de cuatro patas”, alegó entonces la regidora. Y es que, en efecto, además de los animales cuadrúpedos hay numerosas personas que no toleran el ruido. Las personas con autismo, por ejemplo, perciben los ruidos de manera aumentada. Son hipersensibles a los sonidos y a las luces, por lo que los espectáculos de fuegos artificiales se convierten en una auténtica pesadilla para ellas. Este verano el municipio de San Juan, en Sevilla, culminó sus fiestas patronales prescindiendo por primera vez de fuegos artificiales o espectáculos pirotécnicos, en favor de los niños autistas, los enfermos y las mascotas. Y en Arrecife los cochitos de los sangineles funcionaron sin ruidos un par de horas, una tarde.

Alemania

Hannover y Dortmund, en Alemania, serán ciudades libres de ruido la próxima Nochevieja. En ese país una encuesta publicada por el Instituto Civey el pasado jueves indicó que el 59.6% de los alemanes están a favor de prohibir los espectáculos con fuegos artificiales, tras las complicaciones que estos conllevan. Vendedores que han apoyado la medida ya comienzan a retirar los fuegos artificiales de sus escaparates, y cadenas de tiendas proyectan comenzar a prohibir su venta a partir de 2020, informa Europa Press. Siguen así el ejemplo de 2015 de Collecchio, un municipio de Parma, en Italia, que fue seguido posteriormente por otros lugares de mayor renombre, en la vieja Europa, pero también en Sudamérica. En Florianópolis, Brasil, o la mismísima Sao Paulo donde su Avenida Paulista vivió con mucho color, pero en silencio, el tránsito de 2018 a 2019.

Denuncias

Parece, pues, que este será uno de los debates que irá en franco crecimiento en España a lo largo de 2020. Los gobiernos, en sus distintos niveles, desde municipios a la propia nación, reciben ya iniciativas procedentes de diversas vías para poner punto final al estruendo que sigue a la luz del volador lanzado. La mayoría de los ayuntamientos tiene ordenanzas al respecto. Es el caso de Arrecife donde, por si acaso no se cumplen, la concejal de Podemos, Leticia Padilla, ya ha invitado a los vecinos a denunciarse unos a otros. “En Arrecife tenemos una ordenanza que regula la emisión de ruidos, así que, si tienen problemas con vecinos por sus petardos o cohetes, no duden en denunciarlos a la policía local, recordándoles que hay una ordenanza municipal que hay que hacer cumplir.” En el lado opuesto, empresarios de Puerto del Carmen han hecho todo lo posible para que la luz y el ruido no falte en la Playa Grande nada más terminar las doce campanadas. En el resto de municipios, quién más quién menos, quemará pólvora  y en no pocos hogares, a título individual, se picarán con sus vecinos a ver quién lo tira más alto.