Gustosas invitaciones

Nos invita un lector o lectora, que en esto de los anónimos nunca se sabe, a que compartamos una reflexión acerca del “letrado de Festejos” o, en su defecto, un “parrafito para el DRON que vigiló las fiestas” (de San Ginés). Y fíjense que nosotros, que nos fuimos en agosto de vacaciones, abandonamos julio creyendo que el concejal de Festejos de Arrecife había dimitido y que los 'sangineles' no se iban a celebrar este año. De lo primero estábamos casi seguros porque fue él mismo el que mandó pa'l carajo a la Concejalía de Fiestas con un argumento del que ni nos acordamos (poco pesaría). Lo segundo no podríamos sostenerlo ante la Biblia, por cuanto era un temor (otro más) de la oposición de Arrecife que lleva meses anunciando el apocalipsis municipal de un grupo de gobierno que se diría que tiene siete vidas, por lo menos. El problema lo tendrá si gasta seis antes de la cita electoral de mayo próximo. Total, que poco podemos aportar sobre lo primero, incluso ni adivinar podemos acerca del origen de lo de “letrado” y un poco más de lo segundo ya que, buceando en el archivo del correo electrónico, nos encontramos con que, en efecto, el Ayuntamiento de Arrecife anunció a bombo y platillo que un cacharro de esos sobrevolaría el concierto de Dani Carbonell, más conocido como Macaco.

 

Por cierto que Macaco, alineado inequívocamente con los derechos humanos, la sostenibilidad, el activismo medioambiental y la conservación del planeta, entre otras muchas buenas obras, decepcionó a más de uno a su paso por Lanzarote. No desde un punto de vista artístico, pues hizo lo que mejor sabe hacer sobre un escenario y la gente disfrutó de lo lindo, sino cuando se vendió desde el Ayuntamiento capitalino su simpatía “con nuestros valores en Arrecife, la sostenibilidad y el cuidado del medio ambiente". Por toda respuesta Dani, o Macaco, vino a decir que "Lanzarote es una isla inspiradora que incita a la composición de nueva canciones. Si maestros como César Manrique o Saramago se inspiraron con Lanzarote y han sido un gran altavoz para otras generaciones, imagínate lo que puede hacer conmigo. Cada vez que vengo a Lanzarote vuela mi inspiración porque es una isla única en el planeta". El gozo de unos cuantos en un pozo. No es nada nuevo lo de Macaco: se repite mucho. Más de un concejal/a, consejero/a con la chapita puesta destacando su responsabilidad en las políticas del territorio, medioambientales y tal, y la gente que viene de fuera, con cierto nivel intelectual, acordándose de Manrique y Saramago. Cachis.

 

Hecho este paréntesis, vamos con el dron. En efecto, el Ayuntamiento de Arrecife anunció a los cuatro vientos el lanzamiento de su particular cohete espacial para controlar al personal fiestero desde el aire. Como suele ser habitual en primero de Propaganda y Tintas de Calamar, Arrecife se refirió al tema como algo  “preventivo, pionero a nivel nacional”, que serviría “para que los agentes de la autoridad puedan analizar las imágenes y coordinar la seguridad de los ciudadanos junto a la Policía Nacional”. Para entendernos, ahora que está tan de actualidad en el fútbol, una especie de visionado de imágenes para trincar a algún choricillo. El VAR pero desde el BAR. O cerca de allí. Sucede que esta ocurrencia de echar a volar al dron fue minimizada por la oposición antes de que a algún despistado pudiera pensar que el gobierno de Arrecife está lleno de Ingenieros informáticos, doctores en física o másters en aeronáutica. Se dijo entonces que el recurso de la alta tecnología fue más bien  una especie de salida ingeniosa habida cuenta de que el método de tracción animal, o sea los municipales de toda la vida, se negaron a sumar más horas extras porque, para variar, el Ayuntamiento de Arrecife les adeudaba ya unas cuantas. Publicado quedó.