Top Secret, 12 de abril de 2018

La especialita

La especialita
¿Qué concejal de Arrecife es conocida, en algunos ámbitos, como “la especialita”? De especial, de sentirse distinta y quién sabe si superior a los demás. Pista: es una que está todo el día critica que te critica y luego es la primera en utilizar recursos públicos pudiendo ahorrárselos a la ciudad. Y encima tiene en su mano la llave de que se celebren, o no, los plenos de Arrecife. O casi. Es una curiosa historia. Resulta que el Ayuntamiento de Arrecife se rige por un viejo Reglamento que obliga a que las convocatorias de los plenos sean entregada en mano. En teoría, un policía local debería ir a los domicilios a entregar la convocatoria del pleno y que firmen el recibí. Sin embargo, para evitar toda esta cuestión un tanto, o del todo, anacrónica, los concejales de Arrecife firmaron una autorización para ser convocados por vía telemática. ¿Firmaron todos? No. Hubo una que no ha firmado todavía, sin que se conozcan muy bien los motivos de esa decisión. Y a esa que no ha firmado es como se la conoce entre la bancada municipal (no en toda, como es obvio) como “la especialita”. Los de su propio partido, al menos que sepamos, no la llaman así. Y no es que caiga bien a todos, precisamente, pero nobleza obliga.
 
No está en casa
Despejemos la incógnita y resolvamos el misterio. Aquella a la que llaman “la especialita” no es otra que la presidenta del Partido Popular en Lanzarote, concejal en Arrecife y parlamentaria regional, Astrid Pérez. La aspirante a alcaldesa por el partido conservador es la única de los veinticinco concejales de Arrecife que no ha firmado la autorización para que la convocatoria a asistir a los plenos le sea remitida por vía telemática. Así, continúa obligando a que sea un policía local el que vaya, toque en su casa, pregunte por la señora y le entregue la convocatoria. Y “firme aquí donde pone recibí, por favor”. Sin embargo, rara vez está en casa. Entre sus viajes a Tenerife y sus obligaciones profesionales y personales, es extraño que la encuentren en su domicilio, nos cuenta nuestro confidente. El último ejemplo, el del pleno de esta semana donde se iba a debatir esa cosa tan importante de la cesión de suelo al Gobierno de Canarias para las viviendas sociales, y esa otra no menos importante (para quién la planteó, sobre todo) cual era la reprobación de la alcaldesa. De la que habla toda la ciudad y mitad del universo, por cierto. Es ironía. 
 
Por los pelos
El pleno estuvo a punto de no celebrarse porque, reglamentariamente, si no se ha notificado a todos los concejales, pues no se puede celebrar la sesión. Lógico. Y estuvo a punto de no empezar porque la policía local fue al domicilio de Astrid Pérez y no estaba. En estos casos hay una segunda oportunidad y si resulta igualmente fallida y consta en acta que, por dos veces, no ha sido localizada, la sesión se puede realizar. Pero hete aquí que no hubo segunda vez porque, por hache o por be, ningún ordenanza fue al domicilio de la presidenta del PP a notificárselo. Así las cosas, si Astrid no hubiese aparecido por el pleno, este tendría que haberse suspendido. Pero apareció. Y el asunto casi pasa desapercibido de no ser por un alma generosa que tuvo a bien informar a este Top Secret y nosotros, como es nuestra obligación, lanzarlo al mundo donde, dicho sea de paso y modestia aparte, cada vez tenemos más seguidores. En el Ayuntamiento esperan que Astrid Pérez se anime un día de estos a firmar, como han hecho los 24 concejales restantes, el permiso para que se le notifique telemáticamente y se deje de utilizar recursos municipales, que dicen que andan escasos de ellos.

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