Top Secret, 6 de septiembre de 2018

La Fundación

La Fundación
Nunca hemos tenido ninguna duda: la Fundación César Manrique es la institución que más y mejor prestigia a Lanzarote en el exterior. Estas últimas horas, ha salido a la luz un nuevo reconocimiento que a todos nos debe llenar de orgullo. Siempre conviene recordarlo. Fue César Manrique quien lo vio claro y quien convenció a la autoridad política de su época de cómo tenía que ser el Lanzarote que aún hoy reconocemos. En su forma y, sobre todo, en su fondo. El actual director de la FCM, Fernando Gómez Aguilera, recopiló los principios del pensamiento del genio conejero en varios libros. Uno de ellos César Manrique. La palabra encendida (Universidad de León. Plástica & Palabra. 2005). Ahí se citan reflexiones escritas de Manrique tal cual fueron pronunciadas por César. Escribía igual que hablaba. Hablaba como pensaba. En esos textos se halla la esencia de lo que se quería para Lanzarote y es muy fácil salir de dudas, quien las tenga, acerca del papel que ha jugado juega y debe seguir jugando la Fundación César Manrique. Un ejemplo: en S.O.S. por Lanzarote (1978) César recordó los orígenes de todo: “Lanzarote, hace solamente diez años, era nada. Se la consideraba Cenicienta de Canarias. Para muchos constituía casi una vergüenza el haber nacido en esta isla. Lanzarote apenas existía en el mapa”.
 
Los orígenes
“A partir de una fecha clave e histórica”, escribió Manrique, “Lanzarote agrupó, bajo la batuta de un excepcional presidente del Cabildo, a un selecto grupo de personas que, bajo mi entusiasmo, comenzamos a trabajar por la isla, convirtiéndose esta labor, ya todos mentalizados, en un ejercicio continuado e increíble por Lanzarote; esfuerzo entusiasta y amoroso, con el absoluto convencimiento y fe en unos resultados satisfactorios, resultados que hicieron ver a los lanzaroteños la original personalidad de su propio paisaje. Se trazó un plan de trabajo, se programó y se estudió detenidamente a fin de obtener mayor partido de los rincones clave de toda la isla, utilizando sus propios materiales para integrarlos, también, en su propia naturaleza. Para ello, el primer eslogan que pusimos en marcha fue: 'no tenemos que copiar a nadie'. 'Tenemos que sacar a relucir la personalidad intrínseca de la isla, para que nos vengan a copiar a nosotros'. Este fue nuestro principal cometido y, una vez realizado, el tiempo nos ha dado la razón”.
 
La filosofía
En esos textos y en muchos otros también recopilados en publicaciones diversas, queda claro cual fue el camino elegido y, leídos hoy, se ve a la perfección quién ha seguido en él y quién se ha apartado varias leguas hasta parecer que gobierna en otra isla distinta. Desde luego la Fundación César Manrique, séptimo lugar entre los museos de España para los usuarios de TripAdvisor, reconocimiento del que les hablamos al principio, sigue en esa senda. De forma inequívoca. Quien tenga la más mínima duda, reiteramos, sólo tiene que acudir a esos textos que debieran ser libro de cabecera para los gobernantes insulares. Sin embargo mucho nos tememos que la inmensa mayoría de cargos públicos no sólo no los ha leído: es que ni siquiera saben de su existencia. Sólo así se entiende esa torpeza por permitir, a base de la suma de muchas pequeñas cosas, que Lanzarote se vaya estandarizando como destino. Que nos vayamos vulgarizando, en definitiva. Y ya se conoce, o se debería conocer, qué ocurre con los destinos turísticos vulgares.

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