Top Secret, 11 de febrero de 2020

La Ley Electoral

Ley Electoral

Los parlamentarios regionales tienen tres años para elaborar la Ley Electoral por la que han de regirse los comicios de Canarias. En realidad, tienen menos tiempo, pues el plazo empezó a contar desde la entrada en vigor del nuevo Estatuto. Y parece que en este periodo de sesiones empezará el debate. La Junta de Portavoces del Parlamento de Canarias celebrará a principios de marzo una reunión monográfica para fijar de manera definitiva el plan de trabajo para la elaboración de la ley electoral. El presidente de la Cámara, Gustavo Matos, recordó ayer que la disposición transitoria primera del nuevo Estatuto de Autonomía de Canarias, aprobado en noviembre de 2018, establece que el Parlamento desarrollará, en un plazo no superior a tres años, una ley electoral. Y añadió que estamos ante un mandato “ineludible” del citado Estatuto de Autonomía que obliga a aprobar esa ley en tiempo y forma. Matos añadió que es deber del Parlamento dar ejemplo y “ser el primero en cumplir” la norma básica de la Comunidad Autónoma.

Las pilas

Así que toca ponerse las pilas. No se prevé que sea un debate fácil -ninguno de ellos lo ha sido en la reciente historia de la autonomía- ni siquiera entre los socios del pacto, pues hay sensibilidades distintas en torno a cómo ha de ser el contenido de esa Ley. Los topes electorales, la lista regional…eso que tanto hemos oído hablar en un pasado reciente -lo de los topes incluso mucho menos reciente- volverá a amenizarnos las mañanas, las sobremesas y los telediarios de las cenas. Gabriel Matos, que tiene muy claro su papel y lo ejerce con buen talante y mano firme, apeló al consenso de los grupos políticos para poder avanzar en el calendario y procedimiento. “Debemos intentar arrancar los trabajos cuanto antes para la aprobación de esa ley”, dijo. Eso puede que sea más sencillo: ponerse de acuerdo en las fechas en las que hay que currársela. Tras la reunión de la Junta prevista para la primera semana de marzo, se reunirán los órganos parlamentarios correspondientes para determinar de qué tipo de iniciativa se tratará para darle trámite.

Triple paridad

En Lanzarote ya nos hemos resignado a perder aquella famosa Triple Paridad a la que parecía que habíamos fiado nuestro presente y futuro. Al final, parece que no hemos muerto todos. Hay vida tras aquel equilibrio que garantizaba varias cuestiones: mismo número de parlamentarios por provincia, mismo entre las islas menos pobladas y las más pobladas de cada provincia y equidad entre las dos capitalinas. Encaje de bolillos que, en la práctica, no ha servido para nada: miren cómo está Lanzarote. Hemos perdido todos los trenes y nos han pillado todos los toros posibles. Así que el sistema electoral que se elija casi que nos da igual. Lo que ha de cambiar es el modo de actuar de los políticos insulares frente a sus propios partidos a nivel regional: más huevos y menos gallinas. El equilibrio ha de ser presupuestario, en el trato. Y eso sólo se logra a base de imponerse en los debates internos de cada formación. Pintando algo en el panorama político regional. Donde se corta el bacalao. A ver si nos empieza a tocar más carne y menos espinas.

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