Top Secret, 5 de septiembre de 2019

La Mesa de La Graciosa

La Mesa de portavoces del Parlamento de Canarias se reunió ayer en La Graciosa. Los imponentes -y polémicos- cuadros que presiden el salón de plenos de la Cámara Regional fueron sustituidos por algo más sencillo. ¿Se fijaron? Siga leyendo...

La Mesa de La Graciosa

La Mesa de portavoces del Parlamento de Canarias se reunió ayer en La Graciosa. Los imponentes -y polémicos- cuadros que presiden el salón de plenos de la Cámara Regional fueron sustituidos por algo más sencillo. ¿Se fijaron? El salón de sesiones del Parlamento de Canarias tiene a la espalda de la presidencia, a derecha e izquierda, dos inmensos cuadros que en su día motivaron agrio debate. Imaginamos que aún no cerrado del todo. Los lienzos reflejan episodios de la conquista del archipiélago por los españoles, a fines del siglo XV.  Su autor es Manuel González Méndez y llevan en el Parlamento desde su constitución. El cuadro situado a la izquierda de la mesa presidencial se titula La entrega de la princesa y representa la cesión de la joven aborigen Arminda Masequera a los conquistadores. En el de la derecha, La fundación de Santa Cruz de Tenerife, soldados castellanos sostienen una cruz sobre unos atemorizados frailes. Lorenzo Olarte fue quien destapó la caja de los truenos al afirmar que "Esos cuadros son un reflejo del exterminio de los guanches y de su humillación ante los castellanos”. Lo dijo hará un par de años, cuando saltó la -breve- polémica a los medios. Aunque es cierto que ya en su etapa más activa en la política siempre renegó de las pinturas.

Paisaje

En ese paisaje es en el que se desarrollan, en fin, los plenos del Parlamento de Canarias. Los diputados los ven de frente o medio de perfil. El presidente, y el resto de miembros de la mesa, los tienen a su espalda. Todo eso que se ahorran si acaso ellos son también sensibles a que se siga recordando episodios de aquella conquista que, como todas, no se hizo precisamente pidiendo las cosas por favor. El caso es que el actual presidente, Gustavo Matos, ha tenido la feliz idea de iniciar lo que llamamos el curso político por la isla de La Graciosa. No es una decisión caprichosa. Obedece a dos razones: un modo de certificar la oficialidad de la isla en el nuevo Estatuto de Autonomía y, por otra parte, el inicio de la tarea de aproximar el Parlamento y sus funciones al conjunto de la ciudadanía. A ver si dentro de cuatro años ya queda menos gente que ve al diputado regional como un privilegiado que se lleva un pastón por casi no dar ni golpe. Unos deberes un tanto exigentes se ha autoimpuesto Matos. Pero conociéndole capaz que lo logra.

La pizarra

Total, que la Mesa del Parlamento ha sustituido esas pinturas citadas por una sencilla pizarra de un aula del CEIP Ignacio Aldecoa de Caleta del Sebo, donde ha comenzado la X Legislatura de Canarias. Y en esa pizarra, si se fijan bien, está escrito con tiza el fragmento de un poema. No es uno cualquiera elegido al azar. La persona que tuvo la feliz ocurrencia pensó en Inocencia Páez (1927-2007), poetisa de la isla de La Graciosa dotada con el don de captar cada detalle de las maravillas de la Isla, que plasmaba luego en su obra. Daba voz a su pueblo y disfrutaba creando y consolidando sus poesías con su estilo sosegado y noble. Los versos pertenecen al poema Mi isla, Mi sueño. En la pizarra se puede leer: Eres mi isla de La Graciosa/ tan bonita y tan pequeña/ que voy a hacerte una cuna/ para yo mecerte en ella. Ni banderas, ni fotografías de reyes o príncipes, ni grandes cuadros, ni tecnología sobre la mesa ni nada que no fuera lo estrictamente necesario: la palabra y la necesidad de llegar a acuerdos. En la política, todo el mundo lo repite, los gestos son importantes. Sea pues, el que nos ocupa, un buen gesto.

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