Opinión

La ola españolista que nos invade

La ola españolista que nos invade

Hace dos años que la crisis catalana -especialmente desde el referéndum del 1 de octubre- ha ido dando alas a una tendencia ideológica a favor de la recentralización del Estado. Cada vez más gente empieza a ver con buenos ojos ese paso, a lo que cabría añadir que a raíz de los acontecimientos que se suceden en Cataluña no son pocos los ciudadanos que se han hecho más europeistas, dinámica que puede tener su justificación en las respuestas que la UE ha dado a este conflicto.
 
Son éstas algunas de las principales conclusiones sobre el impacto sociológico del desafío soberanista a los que ha llegado el último barómetro del Instituto Elcano, informe que viene a constatar una disminución significativa del apoyo a la opción “continuista”, es decir, a la alternativa de dejar el Estado Autonómico como está, así como un notable aumento de la opción centralista -del 9 por ciento de hace dos años ha pasado al 21 por ciento-.
 
Tanto es así que la encargada de presentar el muestreo, Carmen González Enríquez, investigadora principal del Instituto Elcano, ha dudado de que ahora pudiera salir adelante una reforma de la Constitución que diera más autogobierno a las autonomías porque no es lo que quieren los ciudadanos, más bien todo lo contrario. Según el Instituto Elcano, los que admiten el independentismo han bajado de 9 al 5 por ciento en apenas veinticuatro meses, mientras los que abogan por más autonomía a las comunidades también han pasado del 20 al 15 por ciento.
 
Bajan un punto, del 16 al 15 por ciento, los que piden menos autogobierno para las comunidades, y se disparan del 9 al 21 por ciento los centralistas, de manera que la tendencia centralizadora pasa del 25 al 36 por ciento. No acaban ahí las conclusiones de interés. Los que quieren dejar todo como está bajan del 40 al 34 por ciento y los que reclaman descentralizar disminuyen del 29 al 23 por ciento.
 
A la misma tendencia apuntan los últimos sondeos del CIS, en los que se observa el aumento de los partidarios de la recentralización del Estado. El barómetro del Centro de Investigaciones Sociológicas también señala que el porcentaje de españoles que quiere un Estado sin autonomías, o como mínimo retirar competencias a las comunidades autónomas, se ha disparado.
 
Si importantes son los datos científicos que aportan organismos de tanto prestigio como el Instituto Elcano o el Centro de Investigaciones Sociológicas (CIS), más importante es lo que se deduce del contacto con la gente. Indiscutiblemente, la apuesta rupturista de los independentistas catalanes ha despertado un sentimiento nacionalista español que solo se había visto en ocasiones puntuales como cuando España ganó el mundial de fútbol. Mayores, de mediana edad, jóvenes, mujeres u hombres no disimulan su orgullo español exhibiendo símbolos sin ningún tipo de complejos.
 
En el ámbito del Estado, este sentimiento recentralizador-españolista tiene traslación a las expectativas electorales de cada una de las cuatro grandes opciones políticas del país. Ciudadanos, con un discurso sin fisuras sobre la unidad de España, y sin ninguna concesión al reconocimiento de la diversidad y pluralidad del Estado, es quien mejor lo rentabiliza. Podemos, con un discurso ambiguo, queriendo estar en medio de las posiciones que defienden los constitucionalistas y los independentistas, se ha quedado en “terreno de nadie” y es el que más ha sido castigado en Cataluña y sale peor parado en los sondeos estatales.
 
Tampoco han sido buenos los resultados del PP y los del PSC en las últimas elecciones en Cataluña, ni sus expectativas a nivel estatal. El espacio de un PP desgastado por la corrupción y su falta de iniciativa para hacer frente al desafío secesionista lo ha ocupado Ciudadanos. El discurso del PSOE y el del PSC, defendiendo el modelo federal, con el reconocimiento a determinadas singularidades, no cala en estos momentos de euforia centralizadora.
 
En este marco general, está por analizar las expectativas que tienen las fuerzas políticas territoriales que tienen presencia destacada en el ámbito local, autonómico y estatal. Sin duda, merece un análisis las expectativas de las fuerzas políticas nacionalistas de Euskadi, Cataluña y Canarias ante la ola españolista que nos invade.
 
Publicado en paulinorivero.com el 4 de febrero

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