La realidad según Soledad Monzón, consejera de Educación

La realidad según Soledad Monzón, consejera de Educación

La afirmación de la consejera de Educación del Gobierno de Canarias, Soledad Monzón, de que “Canarias baja las ratios en los centros escolares” podría prestarse a cierta confusión debido a las interpretaciones que se desprenden de la misma. ¿Es una decisión de la Consejería disminuir el número de alumnos de los 35 actuales a algo más de treinta? ¿O es meramente casual porque haya menos alumnado en determinados centros educativos?
 
Hay que explicar que la ratio para bachillerato sigue siendo de 35 alumnos, y, en el peor de los casos, llega a 38, y ante esta realidad habrá centros que puedan tener menos de esos números y otros quedarse en ellos. Todo dependerá del número de grupos autorizados en cada centro por la Consejería. Vincula, además, esa disminución a la contratación de un mayor número de profesores que desde 2015 es de setecientos, según palabras de la consejera.
 
No cuenta Monzón un detalle que no carece de importancia. Y es el número de profesores que se han jubilado, que han adelantado la misma, los que se encuentran de baja desde 2015 y los que han dejado de prestar servicio por invalidez. Igual, el resultado es que setecientos u ochocientos, vayan ustedes a saber, ya han dejado la vida activa, lo cual deja la afirmación de la consejera en un soberano embuste, pues unos han sustituido a otros. En mi caso, lo ignoro porque no ha aportado esos datos, y los mismos son esenciales para conocer si el número de trabajadores de la enseñanza es efectivamente mayor, igual o menor que el año de referencia.
 
Temo que el anuncio tenga tintes electoralistas, pues la Consejería es bastante mezquina
Porque, claro, si uno no resta a los que ya no están y hace los cálculos desde 1920, la cifra le sale disparatada, pues esto es lo mismo. Si lo que quiere Monzón es hablar de incorporación de nuevos profesionales, y estos son setecientos, sería correcto, pero no debería decir que hay un incremento. He ahí la posible falacia. Así que mucho me temo que el anuncio tenga tintes electoralistas, pues la Consejería es bastante mezquina a la hora de permitir un colchón en el número de grupos. Si los puede cerrar en cinco, no va a conceder seis sólo porque el profesorado se encuentre algo más desahogado para atender con mayor calidad a su grupo de alumnos.
 
Menciona además Soledad Monzón que habrá más disponibilidad para que los centros acometan proyectos auspiciados por la Consejería, como el de Redes Educativas, pero no explica que el descuento de horas es tan rácano, que ello no va a suponer más profesorado para los centros.
 
Confiaría que la consejera de Educación amplíe la información para que la ciudadanía, votante al fin y al cabo, saque sus conclusiones sobre si debemos a CC un mayor número de profesores o si el censo es el mismo o inferior que en 2015. Muy importante asunto porque a nivel informativo se debe ser extraordinariamente pulcro. Está por ver lo aseados que son nuestros representantes educativos.

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