Opinión

La realidad sobre el abandono de Marciano Acuña

La realidad sobre el abandono de Marciano Acuña

Recientemente y tras el último comunicado del anterior edil norteño, se respira un aire de ambigüedad en el municipio de Haría, creándose una controversia general sobre cuáles son las razones específicas por las cuales Marciano Acuña ha renunciado a sus responsabilidades para con los pueblos del norte de Lanzarote. Una vez más, y después de masacrar a un municipio como el de Haría en su totalidad, líderes de oportunio abandonan un mar conocido para amedrentar océanos mayores. 
 
Comenta Marciano Acuña que la razón de su abandono como concejal se centra en aspectos personales y de responsabilidad política. Es evidente que dicha afirmación en sí presenta un carácter totalmente contraproducente, dado que este alcalde ha compartido muchos años con actividades parlamentarias, en  lugar de centrarse en sus responsabilidades hacia el municipio de Haría, inicialmente como concejal y posteriormente como alcalde. Sin lugar a duda, la herencia que Marciano Acuña ha dejado al municipio se fundamenta en cuatro pilares elementales que reflejan lo siguiente:
 
1. La conocida deuda asociada a la Cueva de los Verdes, propiedad del municipio de Haría, y con dos sentencias favorables para el Ayuntamiento norteño, aun no ha sido abonada. Marciano Acuña ha sido el principal responsable de realizar supuestos convenios fraudulentos, los cuales han evitado que el importe de esta deuda alcance las arcas municipales. Desafortunadamente, Alfredo Villaba, nuevo alcalde, escaso de preparación administrativa y jurídica, ha apoyado estos convenios realizados por encima de la sentencia existente, omitiendo así la voluntad de casi dos tercios de la población hariana, la cual demostró claramente la voluntad de cambio.
 
2. El abandono absoluto en todas los pueblos, calles destrozadas, amurallados resquebrajados, puntos limpios que rozan condiciones adversas en relación con las condiciones mínimas de seguridad e higiene, un alumbrado público obsoleto, precario y con defectos en su funcionalidad. A esta área le corresponden los continuos cortes en el suministro de agua, doméstica y agrícola, a los cuales Marciano Acuña no ha prestado la mínima atención, y mucho menos de agenciar las indemnizaciones correspondientes a los afectados.
 
3. La desidia hacia las responsabilidades públicas de Marciano Acuña, unida a la supuesta falta de transparencia administrativa, ocasionó desde sus inicios como alcalde que una gran parte de nuestros vecinos se hayan visto obligados a abandonar sus pueblos natales, por el simple hecho de no continuar siendo hostigados por la Oficina Técnica de este Ayuntamiento. Una vez más, este anterior alcalde y su concejal de Obras Públicas continúan omitiendo el auténtico problema ocasionado por las normas de urbanización municipal, Plan General y asociados tecnicalismos, los cuales fatigan las verdaderas necesidades de nuestros vecinos. Este historial asociado a la Oficina Técnica tiene el añadido de nuestro Mirador de Haría, también hostigado por sus incoherencias. El nuevo alcalde Alfredo Villaba, discípulo absoluto del anterior, también omite este auténtico problema, incurriendo en el incumplimiento de los principales argumentos de su campaña política.
 
4. Mariano Acuña ha sido el principal responsable de la destrucción del sector primario en el norte de la isla, no únicamente por la ausencia del soporte correspondiente, también por jamás haber incentivado el potencial de nuestros agricultores, ganaderos, y pescadores. A esta área, le añadimos educación, para la cual el apoyo del anterior alcalde se ha limitado a limosnas. En definitiva, básicamente su única preocupación se ha centrado en desarrollar las fiestas en nuestros pueblos, y parchear a toda prisa los desperfectos mayores a apenas tres meses del siguiente proceso electoral.
 
Debe usted saber, Marciano Acuña, que casi dos tercios de los votantes de Haría quisieron un cambio en la últimas elecciones municipales, precisamente apostando por una necesitad mejora. Sin lugar a dudas, se ha demostrado que ni usted y mucho menos su nuevo discípulo poseen las mínimas intenciones de solucionar los problemas existentes, y lejanamente mejorar las continuas trabas administrativas que azotan diariamente a los residentes de nuestro municipio.
 
Me consta de primera mano, que ya usted era consciente del nuevo rango político adquirido,  cuando en un acto de desesperación tendió la mano al nuevo edil prometiendo una absenta sostenibilidad en Haría. Usted ya había aceptado esa nueva responsabilidad política, pero como es lógico no era apto ser transparente.
 
En definitiva, Marciano Acuña ha dejado una herencia que ubica actualmente al municipio de Haría en el nivel más precario en comparación con cualquier otro municipio de Lanzarote, y por supuesto en la más pésima realidad que Haría ha experimentado en toda su historia. A esta herencia el añadido de su discípulo Alfredo Villaba, con sus promesas incumplidas, y Víctor Robayna, con todo un historial negativo en el desempeño de sus responsabilidades en la Oficina Técnica del consistorio norteño.
 
Finalmente, a título personal y con absoluta sinceridad, le deseo los mejores resultados y avenencias, pues, eso sí, toda persona tiene derecho a progresar y proteger su vínculo personal y propio, es por ello me reitero en desearle lo mejor ahora y siempre. Evidentemente, y durante el transcurso de nuestras vidas, y en la consistencia de alcanzar un objetivo, hay grupos de personas que quieren que este suceda, algunos desean que suceda, y otros lo hacen posible. Personalmente, le recomiendo que usted se incorpore a este tercer grupo, puesto que hasta la fecha se le asocia unánimemente al primero.

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