Top Secret, 12 de noviembre de 2019

La sonrisa del cartel

La sonrisa del cartel

Cuando la sonrisa del cartel electoral es más grande que la que ofreces en la noche del recuento, mal asunto.  Y si la fuerzas estando sentado en la silla frente al ordenador donde van lloviendo votos, mucho peor todavía. Podemos, Coalición Canaria y Ciudadanos salen de la cita del 10 de noviembre con cara de derrota, fracaso y frustración. Ya ustedes se encargarán de poner cada oveja con su pareja. Vale también más de un calificativo por partido. Eso sí: no escucharán a ningún dirigente de estas formaciones reconocer ninguna de las tres cosas. Ni siquiera Albert Rivera, que atesora en sí las tres características citadas, reconoció el error. Aunque admitió haber cometido alguno, claro. Pero una cosa es decir que has cometido un error y otra distinta señalarlo. Se supone que la gran estrategia de Rivera ha sido hacerse el facha y hacer pasar a todos los de su partido por fachas. Es cierto que algunos, y algunas, lo disimularon mejor que el resto. Y justo cuando ya habían asumido el papel, va Rivera y pega un quiebro anunciando que estaría dispuesto a apoyar a Sánchez en el último minuto de la anterior legislatura. Claro, se pasaron de frenada dejando la parada donde tenían que apearse como tres pueblos atrás.

Canarias

Cierto es que ya los naranjitos habían puesto mucho de su parte para fracasar. Queremos decir que al margen de los esfuerzos de la nacional por cargarse el partido, en provincias tenían su propia estrategia. Así las cosas, a nadie extrañe que en Canarias se hayan quedado a cero. Quizá las patujadas de Berastegui, Melisa, Amigó, Vidina y toda la tropa mal avenida que mal gobernó este partido desde algún despacho chicharrero, hubiesen sido suficientes para el cero electoral. Pero, por si acaso, desde Madrid han echado el resto para mandar al paro a un par por aquí abajo. Se lamen las heridas como los otros que vinieron a cambiar el mundo (político). Podemos se ha dejado en el camino unos cuantos buenos votos que evitarán que Mery Pita se embarque para Madrid. En Lanzarote no la echaremos demasiado de menos. Al margen de que no se le ha visto mucho el pelo por aquí, pese a ser diputada por la provincia de Las Palmas, a la que pertenece Lanzarote, las veces que ha tenido que referirse a nuestra isla ha sido para defender a… Gran Canaria.

Nacionalistas

Tampoco en esa izquierda hay demasiada autocrítica. Todo lo que les está pasando es culpa de los demás. Una reflexión que, por otra parte, no es nueva ni original. Coalición Canaria, sin ir más lejos, también la está usando estos días. Estos centenares de días, concretamente. Que hayan perdido un fleje de votos, y un acta de diputada, en la provincia de Santa Cruz de Tenerife lo achacan a “un escenario adverso por la polarización y la radicalización política”. Esas cosas deben ser malas para el nacionalismo… canario. Porque el gallego regresa al escenario nacional y tanto el catalán como el vasco no dejan de sacar músculo. Que los nacionalistas canarios no calen en nuestra tierra algún día dejará de ser culpa de Madrid. A Coalición cada vez le vota menos gente. Lo cual quiere decir, huelga explicarlo, que no ganan nuevos votantes y, al contrario, van perdiendo los que tenían. Mal negocio. De repente tienen que cambiar de táctica. Aunque puede que seamos el resto del universo los equivocados. Dice Barragán, uno de los que lleva años y años y más años y muchos más años explicando cosas, que analizarán lo que ha pasado en una próxima reunión. En fin, un día más en la oficina.

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