Top Secret, 7 de febrero de 2018

La Triple Paridad

La Triple Paridad
Desengañémonos: la llamada Triple Paridad es 'cosa' muerta. Tardará más o menos, pero está llamada a fenecer una tarde de estas. No entremos en pánico: pongámonos a trabajar. Nos gustará más o nos gustará menos. Le tendremos apego o no le prestaremos ni atención. La consideraremos necesaria o irrelevante. Cada cual con su opinión, pero la realidad sólo será una: la muerte de la Triple Paridad. Con el mapa político absolutamente cambiado y adaptado a los nuevos tiempos, las mayorías que deciden están ahora en manos de los llamados 'partidos centralistas', esto es: PSOE, PP, Ciudadanos y Podemos. Y ninguno de ellos está por  la labor de seguir manteniendo el mismo reparto de escaños que hasta ahora. Ni siquiera los nacionalistas de Nueva Canarias, con mayor peso cada vez, defenderán la Triple Paridad. Así las cosas, y con los insularistas relegados a mera anécdota en casi todas partes, sólo queda Coalición Canaria y un par de retales más que defienda ciegamente que el equilibrio entre islas debe ser asunto de presencia de personas en el Parlamento más que de otra cosa distinta y, visto lo visto, más efectiva.
 
Cuentas, no cuentos
Si entrar en lo necesario que fue su instauración, en tiempos donde éramos claramente menores de edad en todos los ámbitos de decisión, no menos cierto es que debemos cambiar el chip y adecuarnos a lo que se nos viene. Lanzarote hace tiempo que puede tutear a cualquiera de las demás islas. Y estamos tardando ya en activar otro mecanismo de equilibrio entre todos visto lo que ocurrirá con el sistema que hace tiempo es más romántico que eficaz. Y lo que hay que hacer es empezar a trabajar en garantizarnos los garbanzos más allá de quien gobierne en cada momento y prescindiendo de qué conejeros cojan el Binter cada lunes por la mañana para ir a Tenerife a sus labores parlamentarias. Y no ha de ser demasiado complicado. Las cuentas son eso: cuentas. Y están para consultarlas y utilizarlas. El desarrollo futuro de Lanzarote no debe estar ligado a seis, ocho o diez representantes, sino a un 'instrumento' de rango superior legislativo que nos garantice un mínimo presupuesto en los pilares del estado del bienestar y en todo aquello que se nos ocurra negociar. Un suelo presupuestario acorde con la aportación de Lanzarote al PIB de Canarias, más un índice corrector 'X',  más lo mismo en el supuesto de negociaciones extraordinarias con el Gobierno de España o la Unión Europea en el año natural y una vez cerrado el presupuesto.
 
Intocable
Supongamos que, tras echar cuentas, a Lanzarote le corresponde un mínimo de 60 millones de euros anuales. Más un 'X' por ciento por la doble insularidad. Pues eso es lo que se ingresaría en las arcas de nuestro gobierno insular cada uno de enero. Y si resulta que en marzo Europa da a canarias 100 millones extras para infraestructuras, pues se aplica la fórmula de la 'nueva Triple Paridad' y más pasta sin que tengamos que arrodillarnos (en vano, la mayoría de las ocasiones). Y si Madrid se pone generoso en junio y manda tres valijas con billetes para acá, pues la parte proporcional para Lanzarote y lo demás que se lo gasten en lo que quieran. Y para lo que reste fuera de todo esto, la política y los políticos. A negociar (tan rematadamente mal) como hasta ahora se ha hecho. Con la salvedad de que para lo importante ya tendremos la pasta en el banco. Naturalmente este nuevo índice corrector que debe sustituir a la moribunda Triple Paridad actual, tiene que estar blindado de tal forma que no pueda ser modificado por el Gobierno y ni siquiera por menos de los 2/3 del Parlamento. Es decir: si quieren elevar el número de parlamentarios hasta 70, se precisarían 47 para modificar el nuevo equilibrio interinsular basado en las cuentas. En el peor de los casos, de esos 70 habría 40 de las islas mayores (15, como hasta ahora, por cada una de ellas, más los diez enteritos de la nueva lista). O nueve, que uno sería majorero según los planes actuales. O sea que si en la hipotética lista regional pasan de las islas menores, 'ellos' serían 39. Les faltarían 8 traidores para desmontar la Paridad del siglo XXI. O esto, o algo parecido. Pero seamos realistas: hay que hacer algo ya.

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