Top Secret, 11 de mayo de 2018

La vivienda

La vivienda
No hay viviendas para alquilar o las que hay son carísimas. Hay montón de casas de alquiler vacacional ilegales. ¡Se están viendo turistas hasta en Argana! Aquí no se hace vivienda pública desde hace veinte años... y otras frases por el estilo. Seguro que las han oído recientemente. Pero ¿Hay debate sobre la cuestión? La respuesta es simple: No. Hay quejas, lamentos, situaciones dramáticas, pesimismo de cara al futuro, peleas políticas sobre si me das suelo o no me lo das. Pero ni debate serio ni, muchísimo menos, acciones concretas. Que el ciudadano tenga problemas y se lamente, proteste y demande es lo más normal del mundo. Que lo haga un cargo público es para echarse a reír. O a llorar. A la política no se va a quejarse, sino a dar soluciones. Desde que se ha detectado el que probablemente sea el problema más grande al que se está enfrentando la isla en la actualidad, y con clara tendencia a ir a peor, ¿cuántos debates, con ánimo de dar solución a las cosas, se han planteado en torno a la vivienda o al fenómeno del alquiler vacacional? Ninguno. Cero. Nada. Están a otra cosa, los que tienen que estar. El tema es tan grave que obligaría a una acción institucional conjunta y a la comparecencia semanal de su portavoz anunciando las soluciones que se han ido dando: viviendas que se han conseguido poner a disposición de alquiler, bancos a los que se les ha iniciado alguna acción por tener inmuebles cerrados a la espera de poder especular, viviendas vacacionales trincadas por clandestinas... Algo que indique que hay vida inteligente en las instituciones.
 
El debate
No saben qué hacer. Ni idea de cómo afrontar la realidad del alquiler vacacional. Van dando tumbos, a toque de ocurrencia y rectificando cuando lo dictan los tribunales o el lobby hotelero. Ha tenido que ser la Fundación César Manrique (FCM), una vez más, quién ponga sobre la mesa numerosas cuestiones en busca de respuesta. La próxima semana, jueves y viernes, la Sala José Saramago de la FCM en Arrecife será escenario de un seminario bajo el título “Alquiler vacacional, ¿Qué hacemos?” No es una pregunta cualquiera, es LA pregunta. Y más oportuna, más de actualidad y, sobre todo, más necesaria no puede ser. En la descripción del programa se explica que la pretensión es la de “abordar sintéticamente una actividad económica que está planteando problemas jurídicos, fiscales, sociales, competenciales, urbanísticos, administrativos… en los que entran en conflicto diversos intereses legítimos. Como en otros lugares, en Lanzarote y en Canarias —una comunidad con una relevante actividad turística—, preocupa, y mucho, el alquiler vacacional y los efectos que despliega. En medio de la incertidumbre, la complejidad y la confusión que implica el proceso de debate y reclamo de regulación actual es necesario disponer de foros de reflexión que contribuyan a cualificar las decisiones futuras”. Diversas expertas de varias universidades españolas se encargarán de plantear las cuestiones que han de invitar a una reflexión a la que no deberían ser ajenos los representantes públicos encargados de desarrollar y aplicar reglamentos
 
Los radares
En lo que se da en llamar Vía Ciclista (La Geria, Tinguatón, Montañas del Fuego...) se instalaron radares para limitar la velocidad a 60 km/h. Pedimos que así fuera. Pero, inmediatamente después, pusimos el grito en el cielo. Los radares, estéticamente una patada en el culo con el agravante de que el culo está en parajes con algún tipo de protección, iban a molestar a una población, la de Tinajo, sin más alternativas que mamarse los radares, sí o sí. En resumen: los mamotretos recaudadores lucen ahí plantados, a pie de carretera, pero no funcionan. Siguen sin sacar fotos porque los compañeros de los que mandaron ponerlos se quejaron, y mucho. Y los no compañeros también. Conclusión: si se pusieron porque son necesarios, ¿por qué no funcionan? Y si, como parece, no son necesarios ya que no funcionan ¿Por qué se pusieron? ¿Hacemos las cosas sin pensar las consecuencias o recogemos velas al más mínimo riesgo de perder medio votillo en las próximas elecciones?

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