Top Secret, 16 de enero de 2019

Lanzarote emociona

Y no por sus paisajes, que también. Y menos por su clima, que por supuesto. Lanzarote emociona por las gentes que aquí viven. Este martes salieron masivamente a la calle para rechazar las amenazas de la extrema derecha de derogar leyes y normativas que protegen los derechos de las mujeres. Siga leyendo...

Lanzarote emociona

Y no por sus paisajes, que también. Y menos por su clima, que por supuesto. Lanzarote emociona por las gentes que aquí viven. Este martes salieron masivamente a la calle para rechazar las amenazas de la extrema derecha de derogar leyes y normativas que protegen los derechos de las mujeres. Cuando se trata de demostrar la solidaridad, defender el territorio, los derechos adquiridos o reclamar las carencias sanitarias, Lanzarote no duda en salir a la calle. Se demostró en las manifestaciones de Foro Lanzarote o contra el petróleo. Se volvió a demostrar a la hora de reclamar la radioterapia para la isla. Y ha sido puesto de manifiesto, de nuevo, este martes a la hora de defender los derechos de la mujer, que tantos siglos ha costado obtener y para evitar cualquier paso atrás en igualdad. Al tiempo, los manifestantes han clamado contra la violencia machista y, en concreto, han rendido un sentido y continuado homenaje a Romina Celeste, la joven de origen paraguayo residente en Costa Teguise y presuntamente asesinada por su marido, Raúl D.C., español, Ingeniero Industrial por la Universidad Alfonso X El Sabio, máster en Tecnologías de Generación de Energía Eléctrica y alto directivo en una compañía del sector. Me permitirán la licencia, pero todo esto último es pertinente para que los cuatro imbéciles que en seguida señalan nacionalidades y condiciones sociales de los asesinos de mujeres, caigan en la cuenta de que la violencia machista no conoce de pasaportes ni de cuentas corrientes o currículums académicos.

Un ejemplo

Ha costado lo suyo pero España es hoy un referente en políticas para colectivos necesitados de políticas. Cuarenta años de discriminación por razones de género o condición sexual, incluso de persecuciones por ley en algunos casos, han desembocado en unas leyes acorde al siglo XXI. Este país pasó se la oscuridad a ser la luz que señala el camino a países vecinos. Un Estado que legisla para atender a los inmigrantes porque tiene memoria y recuerda cómo de España salían a millares por la represión franquista, primero, y por el hambre después. Con papeles o sin papeles. A Rusia, a Méjico, a Cuba, a Venezuela, a Uruguay, a Argentina, a Suiza, a Alemania, a tantos sitios que acogieron a nuestros mayores a veces mejor, otras peor, que causa náuseas comprobar cómo se pretende ventilar ahora una realidad similar que viven otros y que nos eligen como los nuestros eligieron los países citados.

Firmes

Por todo ello emociona ver a toda esa gente que este martes salió en la concentración del 15-E. Leíamos estos días de profunda tristeza por el asesinato de Romina a una ciudadana rogar porque Lanzarote volviera a ser portada nacional por sus encantos, por su clima, por su belleza y no por este horrendo suceso. Pues queda esperanza, porque la del martes fue una más de entre todas las manifestaciones que se sucedieron a lo largo y ancho del territorio español, pero fue la nuestra, la que Lanzarote quiso que fuera. La que juntó a centenares de almas en un solo grito. La que hace que recobremos la autoestima y que ojalá permita que nos equivoquemos lo menos posible cuando seamos llamados a las urnas. Porque de eso se trata: de política. De saber elegir bien, entre todas las opciones, cuál es la que más nos conviene pero, sobre todo, la que no nos conviene nada.

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